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sábado, 14 de julio de 2018

los perros

El País de la Piel de Toro



                         Madrid 6/3/ 2018.
                         1.413 palabras

No tengo nada en contra con los animales mascotas mamíferos de ciudad, como puede ser “el fiel amigo del hombre”.

Es tan fiel que sus necesidades fisiológicas, no la dejan hacerlas en casa, solo en la vía publica, para que otras personas ajena a su familia de estos seres relacionales e irresponsables.

Las pisoteen cuando hay poca luz en la Aceras, desde que estoy de conserje, no paro de limpiar la acera de estos excrementos, sólidos o líquidos, que dejan sus dueños a escasos metros del portal de la vivienda.

Algunos de sus dueños no son capaces de recoger las inmundicia  que dejan sus queridas mascotas, o como se denomina en castellano puro, “no le salen de los huevos recoger las mierdas que dejan sus perros”.

Pero si los pillas infraganti, los que tienen una pizca de educación los recoge, otros te pueden buscar un desagradable enfrentamiento con amargura del día.

Como recuerdo este pasado mes de diciembre del 2017, la primera semana, sobre las siete de la tarde aproximada, ya noche cerrada.
Estaba charlando con Raúl, un vecino de alrededor del barrio, cuando apareció este gran y viejo animal de dos piernas acompañado de su fiel amigo de cuatro patas.

A escasos metros de nosotros, su fiel amigo, se encontraba indispuesto, en materia residual, tuvo que defecar , obligatoria mente a medio metro de la arqueta del árbol, ¿a no tener conciencia el animal?, lo desarrolló en el sitio más perjudicado para los personas.

Tanto Raúl y yo nos miramos, empezó diciéndole al caballero que con un simple tirón de la correa, le hubiese conducido al registro de agua  de lluvia del árbol.

Obligando a su Can ir del medio metro, la  separación del rebaje en la acera donde se encuentra el pequeño plátano de sombra.

Comentandole, otros  dueños de perros los acostumbran evacuar a sus animales en este lugar. Quedó la cosa así, el hombre,  una vez terminado su perro de  expeler, miro de un lado a otro.

Percatandose, de que le estábamos observando, sin prisa, sacó una bolsita negra, recogiendo el excremento, y restregando la mierda por la acera, una vez recogida la caca.

La bolsa la depositó en el registro  de lluvia de la arqueta del árbol. Con ese gesto Raúl se encaró con el propietario, acusándolo de guarro y vergonzosa, su actitud.

Puesto a escasos metros del lugar se encuentra en la farola la papelera. Entre riñas y riñas, se llegó a los insultos del dueño del mamífero, Raúl se defendió con más adjetivos.

El caballero  amenazó con llamar a la Policía, llame usted, dijo su dialogador, ¿haber quien lleva la razón?, dijo un acalorado Raúl, a pesar de los 7 grados centígrados en ese momento.

Vimos al hombre teléfono en mano, y en menos de 10 minutos un coche de la policía, apareció reduciendo la marcha y mirando el lugar donde nos encontrábamos.

Ya eran las ocho menos diez, cuando pasó el coche, sí que el caballero le parara y Raúl, preguntó al individuo, ¿si tenía pensado en parar al coche o no?

Es ya tarde y este hombre, refiriéndose a mí, se tiene que ir a su casa, así que de esta manera yo desaparecí de la zona, y Raúl se marchó.

No pasando de un injusto berrinche por parte de los dos, y una falta muy grave de respeto  hacia la sociedad pública  de este fulano.

Pasaron los días, un lunes por la mañana, me encontré toda la acera de la calle, manchada y pisoteada de heces caninas, ¡Ay que joderse!, exclamé, no me lo puedo creer, como la gente de este lugar, algunas personas, no tienen cuidado y no ven los zurullos de mierda, en la acera.

Parecen que tienen sus zapatos imanes, a mí también me ocurrió alguna vez, se suele decir que pisar una mierda es síntoma de buena suerte, a lo mejor  los viandante, lo hacen para  comprar algún décimo de lotería.

Recuerdo comprar  alguno que otro décimo de lotería, al pisar  esta suciedad, hasta que averigüe en un libro lo referido era la  a la boñiga de caballo, con relación al teatro.

Ya en enero, desde los cristales de la gran puerta, vi a un chico joven parado sujetando una correa, donde llevaba a un cachorro de Pastor Alemán, imagine que algo estaba ocurriendo y Salí, hacia la calle, el joven se alejaba y me dejaba la mierda de su joven perro.

 Llamé a voces, me miró, y le dije que esto de la acera era suyo, con el dedo en negación me dijo que no, y se fue haciéndose el listillo.

Lo recogió mi compañera que en ese momento salía, a limpiar la puerta, bolsa en mano recogió la caca, echando después  un cubo de agua en la acera.

Ahora la cosa está más tranquila, como ya son los días más largos, si pasean con las mascotas por las aceras, a temor de que les pillen y les pongan la cara colorada, algunos elige  recogerlas.

Pero cada vez que me encuentro una o varias de ellas, en la proximidad al portal, cámara en mano del celular, fotografió y Twitter con el #Hashtag Madrid Limpio, de @LíneaMadrid, lo subí a la Red Social.

Haber se de esta manera también el ayuntamiento se  implica, y obligan a estos sujetos a recoger las mierdas que dejan sus queridas mascotas en nuestras queridas y limpias aceras de esta ciudad.

Ya que tú como persona cívica, no dejas  que tu mascota, defeques  con sus orines  y excrementos en la vía pública, lo más razonables y con sentido común es que lo limpies.

No seas mala persona y #noalabandono de la mierda que deja tú #mascota y #adopta una #callelimpiaporfavor, recogerlas siempre para que otras personas #amigosdelperro no sufran resbalones y tontas caídas, manchando su limpios zapatos o zapatillas.

Llevando los restos mal olientes de los  #Doginstagram, lleguen a nuestras viviendas de otros #amigosdelosanimales. Ya sé que con estas declaraciones, más de un enemigo tendré.

No me importa, siempre lo he tenido, los tengo y los tendré, sin meterme con nadie, tan solo intentar defender mis ideas, y soy amante de los animales.

Por estos motivo no los tengo, porque me quitaría tiempo para otras personas más necesitadas, yo que me crié casi comiendo tierra del parque del barrio, sentándome en el césped, o  de cualquier espacio  al aire libre de Madrid.

Hoy es casi es imposible encontrar un centímetro cuadrado limpio, esta todo contaminado de residuos sólidos y líquidos, que dejan vuestras mascotas en las ciudades.

Os pido más Por Favor, en recogerlas, no seáis farsantes, como la dueña aquella,  del nueve de abril de dos mil dieciocho, me dejo los sobrantes de su raza, de un Bóxer, en el portal de la finca, justo en la misma puerta  de entrada.

En primer momento lo negó, eso no era de su perro, dando a entender que sería de otro animal de la casa, rectificando horas después a la insistencia de algún que otro vecino.

La noche anterior pudiera ser, su novio pudo sacar  el perro, con el negativo resultado que otro vecino si verla, la caca   la  piso, restregando el zapato por la gran alfombra.

 Como veréis qué eficaz  y gratificantes es  el  tener una persona que limpie la mierda de su mascota, suerte tiene que los del @ayuntamiento , no les toquen  el bolsillo , como a mí, pagando un alto impuesto de circulación de mi automóvil.




Por malgastar la vía publica y contaminar el aire, eso dicen pero no hablan de otras contaminaciones, afectando a nuestras ciudades.
A lo mejor sería una buena idea de mandar unas cuantas  quejas, incluida este manuscrito a #Bruselas, a ver si ponen coto a los ensuciadores de calles, aceras, jardines y parques de nuestra ciudades, abrigando a su limpieza diarias.

Y recordar del  #Noalabaandono de las cacas de vuestros perros en la vía pública, los excrementos de #losamigosdelperro, os lo dice un amante de las mascotas.

Si no los cuidas no obligues a otros los cuide por ti.
       
                                             Posdata

Al cierre de este escrito, en el local de al lado de la finca, esperando su nuevo inquilino, se inauguró días después una peluquería canina, como si me fuese  un castigo divino.


Encontrando en la limpia acera, algún que otro regalo de sus canes, pena es no los enseñan a usar los dueños desde pequeños, al inodoro, como vi algún que otro video en YouTube, quedándome flipado, con esas eminencias de mamíferos.










domingo, 1 de julio de 2018

El Infarto

El País de la Piel de Toro
Samur 112



Palabras 730
                                            El Infarto



                                       Madrid  25/4/2016



Menudo día tan caluroso, decían paseantes, como si fuera verano, pues si, decía a uno y a otros, no es normal este calor a esta altura del año.

Cuando a media mañana se escuchó la sirena de dos ambulancias,   con un ruido atroz inconfundible, ¿qué pasa en la calle?, saliendo una cuadrilla de médicos y sanitarios,  con sus valiosos equipos de reanimación.

Observando como uno de ellos, llama al telefonillo del portero automático, saliendo en ese momento de la finca, el encargado de ella, preguntándome si tenía llaves del piso de la urgencia.

En ese momento una dotación de bomberos con sirena, corta la calle, vienen avisados del 112, viene a un piso de la finca, localizar al dueño, un caballero de unos ochenta años.

Avisándole  que eran los del servicio de urgencia, y que estaban  por una llamada solicitada por él. El anciano, por el teléfono interior de la finca, se le escuchaba en conversación con el médico jefe, respondiendo él octogenario, que  no había llamado a ningún servicio de emergencia y que se encontraba bien.

Así que este caballero,  tiene esa medalla al cuello,  apretándola, da el aviso a urgencia, se creyó, que podía haberlo apretado sin que él se diera cuenta. Eso me lo contó después el caballero anciano, por la  tarde noche  averiguo el asunto de la urgencia,  fue su ex mujer.

Quien alerto a los servicios de urgencias, creyendo que le estaba  dando  un infarto, cuando el teléfono Móvil avisando,  cortó la comunicación, dejando en el eco del auricular, "que se me va colgar", estas dos última silaba, no la debió escuchar bien, confundiendo va, con da, estando solo en casa, vinieron en tan solo quince minutos desde la llamada.

El sanitario encargado, en la negativa del caballero del posible servicio, llamo otra vez a la  centralita, estos decían que sí, que era la calle y piso solicitado en la urgencia.

Confirmé y averigüe más, le solicito el medico encargado a la compañera de  la centralita: el paciente dice: que él, no llamó a ninguna emergencia, bien no se retire, nos pondremos en contacto con la persona que solicitó la emergencia, dijo el operario de la centralita, al jefe del equipo.

Pasado unos minutos, contestó la centralita, fue su mujer, quien  avisó que le estaba dando un infarto en su domicilio y vive solo, asegurándose de que  su marido, tuvo una conversación con ella a través del  celular y que se cortó de repente.

Asegurando ella, que le daba, que le daba, se escuchaba unas pulsaciones fuertes y luego se cortó la comunicación, así que el de la centralita les sugirió que subieran al piso indicado, y que antes de irse a otro servicios, reconocieran al paciente y explicara, la llamada de urgencia.

Automáticamente, subieron entre médicos y bomberos ocho persona, llamaron al timbre, y antes de abrir el hombre miró por la mirilla, viendo en primera fila los bombero y sanitarios.

Creyendo el anciano y asustando que le fueran a tirar la puerta abajo, tardaron en bajar unos quince minutos. Por la tarde me  encontré con el vecino afectado de la urgencia.

Sin pedirle explicación, me lo contó lo que paso, que la nerviosa de su ex mujer, en vez de llamarme al teléfono fijo, me llamó al móvil, creyendo que estaba fuera de casa.

Con lo cual pasado unos minutos, el celular , avisaba que la batería estaba baja, sabe usted, que ante de apagarse, suena un pitido, confirmándose que el mío también hacia, ante de apagarse. Pues bien yo le decía a ella que se cortaba que se cortaba, y la muy histérica en vez de llamar al fijo, no se le ocurre más que llamar al 112.

Así, que me encuentro llamándome, en la puerta los bomberos, que creía que me tiraba la puerta abajo, al mismo tiempo sonaba el teléfono fijo, y en ese momento estaba hablando con la residencia del seguro de atención a personas mayores.

La que me lío la tipa esta, no me extrañaría que me diera algo, con este sofocó, que he llevado hoy; me comento. Y de esta manera como lo contó, lo transmito en papel, porque me sorprendió, las pocas luces que esta señora tuvo; en movilizar a tres dotaciones de emergencias, con sus respectivos personal, que por no asegurarse, y comprobar con una simple llamada al teléfono fijo, la que le lió al señor, atrasando otras urgencias, que seguro eran mas precisas, que esta.