Un Redactio más

sábado, 15 de enero de 2022

El Perfume

El País de la Piel de Toro 

                                                    Madrid 26/9/2019

                         

                            El Perfume, 970 Palabras

 

 

A media mañana, la presidenta de la comunidad, me comunica que quiere hablar con mi supervisora, para hablar los temas de los tres torreones, o cuartos de maquinaria del ascensor.

A las dos de la tarde, mi hora de salida cierro con llave mi cuarto y salgo, pasado unos minutos, en el autobús, no me acuerdo si la eche la llave o no, es como si mi memoria se hubiese borrado esos minutos.

Unas horas después en mucho insistir hago hincapié en el tema, volviendo hacer trabajar mi intelecto, recuerdo que si la eche. Cuando llego otra vez a mi jornada de tarde, noto en el ambiente un Fuerte  olor a perfume, hasta que me voy a las 20,00 horas.

Volviendo a cerrar los cuartos y asegurarme de haberlos clausurados con llave. A la mañana siguiente, 27 de septiembre, voy abrir la puerta de la habitación, donde se encuentra la cámara de video vigilancia, y me la encuentro abierta.

Dando vuelta otra vez a la cabeza, no consigo acordarme, esta borrado, como si fuera una laguna sin memoria, es la segunda vez que me pasa. Pero como la puerta metálica al cerrar, hace un golpe fuerte, me aseguro de ello.

Pero creo que ayer la deje cerrada, pero no le doy importancia, la supervisora viene hoy a las 12,30, subimos a los torreones y a cubierta los tres, encargada, presidenta y conserje.

Al bajar de la terraza, dejo cerradas las puertas, bajo por la escalera encontrándome con la nueva compañera de la empresa, le comunico que ayer tarde se dejó olvidado un frasco de 250cc de perfume, de colonia de la marca Caravan. Que es la fragancia impregnada en toda la finca, en el cuarto destinado a cambiarnos  de ropa.

Comunicando ella, lo echa como ambientador, el frasco se lo encontró en un cuarto de otra comunidad, aprovechándolo pues el aroma tarda en irse del ambiente.

Por la tarde de este día 27, entro a las 17,15, en la puerta me estaba esperando el cristalero, para tomar medida de la ventana del cuarto de máquinas GH.

Al ir al cuarto destinado a cambiarme, me lo encuentro totalmente abierto. Preguntare mañana día 28 de septiembre a la nueva trabajadora, si se lo dejaría ella. Subo a la cubierta, encontrándome una de las puestas metálica abierta, estando en par en par, la hoja.

Empecé con el “runrún”, juraría que ayer al mediodía las cerré, dándole vuelta a la cabeza ¿sí o no la deje abierta yo? A las 18,20, me viene a la memoria recordando, no atinaba a meter la llave en la cerradura, seguro que la cerré, a no ser, que otro persona después de las 14,00 hora, o subiera alguien de la empresa u otra, ajena que sabe dónde guardo las llaves, y el cuarto estaba  abierto, y me estoy comiendo el coco.

Lo único que me queda es ver las cámaras, si soy yo o alguien que me está jodiendo, pero no tengo acceso, solo si hubiese una denuncia en la comisaria.

Mientras tanto me suena el Wapsa,  Sara, mi antigua compañera, me extraña por la hora ocho de la mañana de hoy 28 de septiembre, pero hablamos yo iba en el autobús, preguntándome por la nueva chica, si sigue realizando el trabajo, en la finca, comentándome que le cayó simpática.

No le di muchas explicaciones, yo, desgraciadamente no me fio de nadie, cuando llegué al puesto, después de cambiarme, recogí los cubos de basuras, me lo lleve al cuarto de limpieza, para su desinfección.

Echando de menos el contenido de la  botella de lejía, envase azul, estaba hasta la mitad del envase y era nueva, alguien se llevó el líquido desde las 20,30, hasta hoy 8,45, que entre en la finca.

En un Wapsa, le escribía mi encargada, exponiendo, preguntando si alguien de la empresa se había llevado una parte de la lejía, método muy  corriente entre ellas, por lo menos que avisaran, haciéndome falta para la limpieza, los dos que me quedaron tuve que usar el fráguaselo.

Desde tres meses acá, me están ocurriendo cosas extrañas, a veces pienso en el suicidio. Si no me quieren en este Mundo, buscare otro, que me acepten, en la empresa anterior también empezaron a parecer fenómenos extraños, por lo menos cuatro años antes del despido.

Pero como soy cobarde en cometer este holocausto, dándome miedo pensar que sería de mi familia, sin mí. A lo mejor estarían cojonudamente bien sin mí, todo el mundo.

Con mi nueva compañera 12,30, le comento que huele todavía el ambientador  que echó. Me dieron otro menos fuerte que este, alguien se quejó en el olor. Hacer marca  blanca, dijeron que algo mezclado estaba dentro del frasco me respondió.

Es tontería, o talvez figuraciones mías, pero me recordó los pensamientos míos, a esas sustancias que les echaban por vapores a los banqueros colombianos los delincuentes, para tener a merced de ellos, dándoles cantidades de dineros, sin que los empleados se acuerden, borrándoles las memoria, como declaraban a la policía.

Pero yo, me pregunto, que hice de mal, para que todas esas mentes o energía de personas, se metan conmigo, anulando mi voluntad, cayendo otra vez en el agujero del precipicio.

Algo de mi ser o en la cabeza anda mal, soy consciente de que algo me está pasando, pero lo que me ocurrió estos días es ajeno a mi enfermedad. A no ser que involuntariamente lo ocurrido, se me haya borrado de mi cerebro.

No tengo constancia de ello, algo despistado soy, o no doy demasiada importancia a los hechos, pero cuando esto ocurre, pongo los cinco sentidos, como cerrar la puerta diaria del cuarto de la cámara, donde guardo las llaves, asegurando a escuchar el pequeño portazo y el clic de la cerradura, empujándola fuertemente.

Enrique Hidalgo para el País de la Piel de Toro.

 

 

 

 

 

 

 

sábado, 1 de enero de 2022

El Suicidio

El País de la Piel de Toro    
 Por fin salió de la UCI, pero con secuelas del Coronavirus, en enero 2021 abrieron el establecimiento




                         Madrid 9 de Diciembre 2020

 

                           El suicidio

 

 

El día se presentaba gris y frio, unas de esas jornadas, que más vales  quedarte en casa, intuyes  que las Moiras, están otra vez jugando con los hilos del destino.

Té preguntas: ¿a quien cortara hoy la cuerda las dichosas Parcas?. Son más de las nueve de la mañana de este jueves tres de diciembre, la luna esta alta, demasiada, para esconderse del Ojo del visitante.

El recorrido me lleva por la senda del asfalto, al margen del nuevo parque infantil, la acera me acerca a la tienda de Charo.

Un establecimiento  de ultramarino del barrio, regentado por un matrimonio de edad mediana, que lleva más de veinte días con los cierres metálicos bajados, cantidad de notas en su puerta, avisan de algo no muy aragüeños, ellos se contagiaron del Covid19, no saben cómo fue, seguro que despachando alguna barra de Pan o cualquier producto de primera y segunda necesidad

Otros dicen que fue en la residencia de la tercera edad, donde estaba interna la madre del dependiente. El sol salió unas pocas horas, adueñándose de las tinieblas  de las vísperas, las sombras  no tardaron en salir de la oscura noche de otoño.

El satélite no hizo amago de salir. La claridad de la Luna nos limita con sus borde esférico, un rotundo claro nocturno, aun así, la oscuridad me dejo ver con precisión los destellos y el resplandor de los coches se servicios de emergencia, que atronaban  una y cien veces más, el sonido de sus sirenas.

Como subía por la calle hacia la boca del metro, los destellos de las luces  de colores rojas y azules, de los coches de policías, bomberos y ambulancia, reflejaban el relámpago de su luminosidad, en los edificios altos de los alrededores, de la ancha avenida.

Dando un toque especial a los juegos de luces de la terraza y ventanas, en las cercanas fiestas navideñas, impregnado los diferentes  colores.

Al día siguiente me encontré con Luisa, en el parque paseando a su can y preguntando, ¿si me entere de lo que paso la anterior noche, entre las ocho y nueve de la noche, en el bloque continuo al nuestro?.

Se presentaron muchos coches de emergencias, bombero ambulancia y cuatro coches de la policía, más dos samur, tuvieron  reanimando en el suelo a un caballero, en presencia de su familia, continuo ella.

No, respondí, pero cuando me marchaba a casa, escuche el ulular de las sirenas de los coches, bueno en el momento que vea al portero, le preguntare, me enterare, respondí, a parte le pregunte por los dueños de la tienda de Charo, me dijo: que el marido está en la Uci, y en las últimas.

A los treinta minutos tanto ella como yo, sabíamos el trágico suceso, un caballero se suicidio tirándose por la ventana del décimo piso, le fue frenado las ramas de los árboles, por eso la insistencia de los facultativos, en recuperar cualquier resquicio de vida en   la mortal caída, pero falleció, pocos minutos después.

En casa, lo comente a la familia, lo ocurrido el jueves. Mi hijo me respondió que también encontraron al dueño de un restaurante dentro de su local, con síntomas de haberse  inmolado, se provocó el daño el mismo los daños mortales.

A partir de ahora se harán perjuicios más personas, por esta crisis de la pandemia del Coronavirus,  a no poder afrontar las personas el desembolso en el subsistir día a día en    está dificulta y peligrosa ruina, con el resultado de los despidos y su total destrucción de empresas, cuando empiecen a cerrar sus puertas.

Como consecuencia del padecimiento y trastorno  de esta epidemia, las enfermedades mentales se han disparado en los centros de salud,  que nos afectan tanto a nuestra a nuestra salubridad y riquezas económicas. El  bienestar no entiende otra manera, que la supervivencia esta en juego.

Conforme voy narrando este opúsculo, mi memoria evoca a los años ochenta del pasado siglo, cuando cayó en mis manos por casualidad un libro, un cuento de extraterrestre, creo recordar el título “Amí el niño de las Estrellas”

El protagonista era un niño  de nueve año, que le visita un extraterrestre y le lleva por diferentes mundo, en su nave espacial aparte de la conversación del  niño inocente, mantiene con un adulto a pesar que el marciano parece un zagal de su misma edad.

Afirmándole que nuestro planeta se veri en una crisis mundial que afectaría a la economía y cientos de personas se inmolaran, si no cambiamos, la manera de pensar y actuar, (¿será a esta, del covi19?, la que se hace mención en su relato)

Según el niño espacial, las personas que se suicidan, estas almas que fueron sacrificadas ante esta depresiones, tendrían  una segunda oportunidad, naciendo en otro mundo y en la misma época  a la que se inmolaron, viviendo una y otra vez su nefasta experiencia hasta que sus sentimientos del ser aprenda a resolver su problema anterior. Sucesivamente hasta que  su espíritu por fin se dé cuenta de su fatal error, es el testimonio  de “ Ami, el niño de las estrella.

No sé si será verdad, pero me da mucha impotencia y gran pena, el que una persona  ponga fin a su vida, sin hacer mal a nadie. No tengo medio para abortar sus ideas parricidas o convencerle de su equivocación.

Pero estaría dispuesto ayudarla en la buena mente  con este   escrito ¿si alguien con  estos pensamientos lo leyera?, que pida ayuda a cualquiera hasta que alguien le pueda socorrer. esta sociedad es mas humana de las de aquellas anteriores.

Solo el Amor lo puede todo, los dirigentes de los gobiernos lo tenían que proponer en sus propuestas de leyes, y ponerla como asignatura en las escuelas.

También Jesús de Nazaret lo divulgo y lo enseño a sus semejantes. “Amaos los unos a los otros”, solamente poniendo estos versos en prácticas, nos ira mejor tanto a las personas de carácter fuertes como las débiles, como yo

 

Enrique Manuel Hidalgo para El País de la Piel de Toro