Un Redactio más

domingo, 15 de mayo de 2022

El desaparecido Libro

El País de la Piel de Toro




          Madrid 20/5/2021

                       El libro desaparecido, 692 palabras

 

Recordando hoy, hace unos años en el capialzado del gran ventanal del vestíbulo de la finca urbana. Unos cuantos libros apilados uno encima de otros,, se almacenaban.

Algún vecino, los dejo con la intención de serles útiles a cualquier residente de la casa. Así se lo hizo y en menos de 24 horas, los ejemplares desaparecieron del alfeizar del tragaluz.

Yo aprovisione unos cuantos ejemplares, cinco o seis volúmenes, uno de ellos fue “los propios Dioses” de Isaac Asimoc, me llamo la atención la portada y el contenido.

Ya lo conocía como escritor o contador de historia, me gusta la manera de narrar sus obras. Por lo tanto, después de leer otro texto pendiente, empezaría  con este pequeño vademécum.  Y así fue, cuando empecer su lectura, según iba leyendo recordaba una serie televisiva, meses antes nos enganchó en Neflix.

Dos días después, cuando tenía leída más de la mitad del volumen, me desapareció el tomo, en su recorrido que hago en el metropolitano.

La verdad dicha, desde ese día me dio por averiguar, la misteriosa  desaparición del libro, la sospecha recayó en otro viajante de la línea, obligándole a levantase del asiento.

¿Cómo pudo desaparecer de encima de mis rodillas, el querido compendio?, me preguntaba una y otra vez. Un año después me seguí preguntando, si tener repuestas.

Lo único que recuerdo ese día, es sentarme en el banco de la estación “pacifico “del metropolitano, poniendo el libro encimas de mis mulos. Eso creí, o tal vez lo deposite encima del asiento y abrí la mochila para  sacarlo, en ese instante me levanté, pues el convoy paraba en el andén  y me volví a sentarme en el escaño dentro ya en el interior del coche, y ya le perdí la pista.

Esos segundo no me cuerdo, mi mente esta borrada de cualquier recuerdo. Deduzco que el libro el libro lo deje olvidado en el banquillo de la estación.

Fui a comprarlo por Amazon, la familia me desaconsejo la idea. Pasaran un año de la perdida, cuando visite la biblioteca del barrio, con la intención de preguntar si tuviesen el título. Por culpa de la pandemia, me la encontré cerrada, dejando el manuscrito en el olvido, hasta la apertura de la institución, ya pasada el estado de Alarma.

En cuanto me  enteré la nueva rutina y el funcionamiento a la normalidad del archivo, me presente con mi viejo carnet bibliotecario, preguntaría por este ejemplar solicitado.

Sería mi primer libro que sacaría de estas dependencias. Fue el 29 de abril, me acerque a la institución y tuve la suerte de encontrar el libros en la estantería, me pidieron la cedula de identificación y me lo entregaron con el respectivo sello. La fecha de entrega a la biblioteca, caducaba en unos 30 días.

Me dije para mí. “tengo tiempo suficiente para leerlo”, como todavía estábamos en estado de alarma, empecé con la lectura el día tres de Mayo, fiesta en Madrid, por caer el día dos, el día del Comunidad en domingo, otro puente perdido y sin poder viajar, por el cabronazo virus del Covid19.

Ya  estábamos hasta las narices de no poder viajar al pueblo en la otra comunidad, deseando que llegara el nueve de mayo, fin de la restricciones a la movilidad.

No  sabíamos cómo encontraríamos la casa después del fin de semana del 31 de Diciembre 2021; estaba deseando ir a trabajar el marte y empezar a leer mi prestado libro, en el viaje de hora en transporte público y terminando su lectura el 9/5/2021 Fin del Estado de Alarma. El día 10 lo devolví al registro del establecimiento público y guardianes de estas riquezas literarias y bienes culturales. Ya que tengo el carnet de las bibliotecas municipales y de la comunidad, me animare a proveerme de otros  ejemplares y deleitar con sus lecturas y a provecharme de este caudal gratuito de elección rápida de escritores.

Ya que el “Saber si ocupa Lugar alguno”, sobre todo en casa y por la gran estantería llena de viejos libros descansando en su estantes, de esta biblioteca de barrio.

 

 

Enrique Manuel Hidalgo para el País de la Piel de Toro

 

                            

domingo, 1 de mayo de 2022

Que leemos

El País de la Piel de Toro

            

 


 

 

      Madrid 25 / 7 / 2021

 

                      ¿Qué Leemos?  Palabras 714

 

¿Qué Lees, Corazón? Me pregunto Teresa, Donde el Cielo es más alto, le respondí, ¿y de que va? Me hizo la segunda pregunta.

De un superviviente de la Guerra de Cuba y una familia que huye del jodido campo, de la mismísima miseria y se coloca en la minas de Rio Tinto, para labrase un futuro mejor, pero le pilla la guerra de África, le destinan Annual en 1921.

Me queda cuatro hojas, para terminar las lecturas, le argumenté a la señora. Este año 2021 se conmemora los 100 años de aquel desastre, donde padecieron más de 12.000 jóvenes españoles, luchando contra Marrueco.

En ese momento, hizo presencia en el hall, Guillermo bajando por las escaleras del edificio, después de darnos los buenos días y nosotros también, Teresa en la nueva conversación, le notificó a Guillermo que yo  había escrito un libro y lo publicaron, marchándose  teresa al momento.

Dejándonos a los dos en el Zaguán, mi enhorabuena me comunico, el vecino, le correspondí dándole las gracias, que a continuación seguimos la charla.

Afirmando que yo con ese gesto, había dejado huella en este Mundo. Y a sus ochenta cinco años, se preguntaba una y otra vez.

Pues muchos de nosotros y en mi caso no sabemos para qué estamos en esta Vida, lo único que hemos hecho formar una familia, trabajar para subsistir, ver crecer a los nietos y cuando te das cuentas resulta, que ya  te has puesto en más de ochenta años y nadie se darán cuenta de tu paso por este planeta y sin tener una repuestas, al preguntarnos que hacemos aquí en esta existencia, y que lo que hice para que este paso sea mejor para los que vengan.

Pero casi nadie aporta nada de actividad y conocimiento en la objetividad en esta etapa del ser humano, por el paso de esta tierra.

Yo le comprendí su elocuente reflexión, también me preguntaba esta deliberación. Transportandome mis mentes en décadas anteriores, cuando leí una frase del poeta Horacio en sus Sátiras del Siglo I, a.c.

Seduciéndome su frase que a continuación relato: He construido algo más alto que las mismas pirámides y más duradero que el bronce. Creo que no moriré del todo.  

Aunque no sea famoso y nadie sepa quién soy, más un humilde mortal,  me asegure  tan solo un pedacito de inmortalidad, de  esa inmortalidad que hablan los clásico.

Esto es lo que me quiso decir Guillermo. Yo también me preguntaba muchas veces como él, esta retórica, aunque  todavía soy joven, pero como decía Guillermo, los años corren no pasan en baldé, sin que te des cuentas vuelves a preguntarte lo mismo una y otra vez, cuando llegues a la Tercera Edad.

¿ y bien que hicisteis ahora que estas a punto de sucumbir de este elixir del bien y del mal, que te da la vida?. Esto se lo preguntarán todos aquellos que no tuvieron la oportunidad o no quisieron servir  al cariño la ternura de un ser vivió como nuestro planeta y sus Moradores.

Como Cantaba otro Inmortal, John Lennon en su mensaje a la humanidad “Inagination”: Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único, espero que algún día te unas a nosotros y el mundo sea como uno imagina, toda la gente compartiendo todo el Mundo”.

A este le obligaron a marcharse de esta vida, sin llegar a la tercera edad tan ansiada por algunos y odiada por otros. Pero al escuchar esta canción, parece que estuviese aún vivo y con más vitalidad. “Esto es la Inmortalidad”, tan añorada por los Antiguos Romanos del Imperio.

Claro que muy poca gente se puede comparar  con el ser que ideo este comunicado, pidiendo la Paz Mundial y el triunfo del Amor al prójimo como a ti mismo, una utopía, en siglos anteriores.

 

Pero hoy en días es una realidad, tenemos medio pero nos falta voluntad. Estamos en peligro inminente y nuestros herederos también. No  me gustaría dejar a mis descendientes, un Mundo desolador e injusto que prime otra vez la ley del más fuerte.

Así deseo que mi libro y mis artículos sirvan para abrir un poco más la conciencia de las personas, me doy por satisfecho.

 

 

Enrique Manuel Hidalgo para el País de la Piel de Toro.