Un Redactio más

domingo, 1 de marzo de 2015

YO, quiero dejar el Tabaco, Si.

El País de la Piel de Toro, Este Relato ha sido manipulado por otras mentes, sin consentimiento del autor, corregido hoy  12/3/2017



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Madrid 02/12/2015

Como de costumbre, hoy por hoy por la mañana escuchando en la radio, en  unos Minutos entrevistaron a Ramón Sánchez Ocaña. Estuve esperando, escuche Todo, todo mi afán lo puse en mi  pequeño transistor de la entrevista,  aquellos que lo conocen. Creíamos que era un  experto Doctor, desmintiendo el entrevistado minutos después, contó en antena, que es periodista, que se especializó en la medicina tradicional por obligación, tan  bueno fue , que Nuestros padre lo seguían con gran satisfacción, en aquella décadas.

Pendiente de los mejores consejos médicos y respuestas a numerosas preguntas, que nos hacíamos para tener una mejor calidad en la alimentación y en la vida sana. Era un chaval, cuando estábamos   acostumbrado a oírle o escuchar, pues este es buen comunicador  y mejor  consejero, que incluso, se atrevió a desafiar a las Tabacalera, un organismos europeos de normalización tiempos.

 Como clientes dejarían  de fumar en tan solo 5 dias, si ellos quisieran, eso fue un revuelo, al día siguiente,  unos pocos días después en casa.  Mío tío era que también un fumador empedernido, junto a mi padre que era otro gran fumador, hijos y sobrinos, otros primos y quien escribe, éramos unos adolescentes menores de  edad  Fumadores.

Demostraba ante nuestros ojos, como con el cigarrillo en mano, de  una calada aspiró el humo del cigarrillo, expulsando después. El humo, a Través de la un pañuelo blanco, quedando una Mancha de Nicotina, alquitrán del cigarrillo, quedando atrapado el veneno mortal sobre el pañuelo, que nosotros los fumadores, estamos  acostumbrado.  En este Caso ex-fumador.

Nos decía, que esto también se quedaba impregnado en la laringe y pulmones, haciéndonos en vejecer ante de la cuenta, incluso en la muerte repentina, o una falta de oxígeno, o tal vez en la nueva enfermedad, como es el Cáncer. Mi tío no fue capaz de dejarlo, dejándolo en  su vejez, en cambio mi padre lo dejó en años posteriores.

En la década de los ochenta Intentó convencerme que lo dejara yo también. Creo que siendo un pequeño adolescente irresponsable de fumador, años en solitario catorce, me cogio el vicio de echar humo, como una vieja locomotora de carbón, pues ya era hora de planteárselo en dejar de fumar. Casi dos paquetes diario de tabaco negro, de una conocida marca.

No fui capaz de dejarlo, eso que casi semanalmente, me advertían de lo peligroso que era tabaco,  poniendo como Ejemplo, la pared negra de hollín en la antigua  casa, producida por la carbonilla del humo, de la antigua cocina de leña, donde se echaban grandes lumbre para calentar y cocinar los alimentos, de la Casa que hay en muchos  pueblo, no Haciendo caso, cada vez que me lo decían, más ganas me entraba de fumar, en lo primeros años de los ochenta empecé a trabajar, en mi nuevo Trabajo con Tan Solo 17 años , se permite fumar, me gustaba y encontraba placer, en ver,  Como mi cigarrillo en cenicero, se consumía con las pocas caladas que daba.

 Mediado de los ochenta, mi padre dejó de fumar, me decía que si él lo dejo, yo también podía dejarlo, me repetía varia Veces, que a él le gustaba mucho más que a  mí el tabaco.

 Pero para mí, el tabaco me  gustaba, me tranquilizaba, tener ocupado los dedos de la mano,  derecha, sujetando el cigarrillo.

Principio de los noventa, salía con  una chica, su Padre  también ex-fumador, me dio el mejor de los consejos, creo que a partir de ese momento,  quise dejarlo, diciéndome: "Que  El Hombre  Tenía que  vencer a  los vicios, y no los vicios Vencer a los hombre. "

Pasados ​​unos días  la rutina del fumar me vino, como por arte de magia, a mi me gustaba el vicio "argumentaba",  por poner una excusa, pues era Incapaz de dejarlo, año siguiente Cambié de coche, prometiendo que no fumaría  tabaco, en dentro del habitaculo.

En el anterior vehiculo,  cuando dejaba más de tres días sin utilizarlo,  al abrir la puerta, salía  un olor nauseabundo de dentro, como si se hubiese orinado dentro de él. 

Estaba impregnado en ese mal olor,  hasta  la ropa que utilizaba, Como el olfato se acostumbra,   no reconoces olores, lo desconocía.

Menos mal que en casa, cuando me apetecía echar cigarrillo un, salía a la terraza, eso me evitó, que ese  olor a humo, se quedará en el resto del mobiliario, Sobre Todo en las cortinas, Como he  podido comprobar  hoy en día  en casas de Otros Grandes Fumadores.

No  fue hasta  el  año 93, Cuando realmente me lo plantee en dejar el vicio, gracias a un alto cargo y compañero de la empresa en que trabajaba, eso que  creí, en él, hasta que  me  demostró lo contrario, sabiendo él, por mi gran afición al tabaco, declarando la guerra que tenía contra hacia el.

Recuerdo esa mañana ,  como si fuera anteayer, y no creo que se me olvidará ya. Entraba  en la empresa. Como siempre iba fumando, al dar los  buenos días, me encontré con la más desagradable y repugnante, de la frase que un  humano pueda echar en su boca,  superior que fue en en su caso o algún compañero, codo con codo trabajamos, lo que nos importa a los Trabajadores, es la del que la empresa siguiera el ritmo de crecimiento, con buen ambiente, y que el royo mal, no entrara en ella.

Destruyendo Puestos de Trabajo, Cómo se avecinaba en eso años de crisis, analizando después de casi llorar, por la impotencia, rabia, de tan injusta ación, Pasando un mal rato, en el servicio, Fuera de la vista de mas compañeros.

 Este energúmeno se dejó Llevar por el calentamiento de estos dos compañeros, sabedores, Este, entraría al trapo, con cualquier tontería o con las malas acciones de estós amiguismos:

Me enter  horas después,  Que  un repartido de la nueva empresa, Driverpack, donde trabajaba un amigo de estos  dos Individuos, Sé lo encontraron Muerto, sin saber  el por qué, suponiendo que le daría infarto o algo parecido, Parece ser que tenía 20 años , casi La Misma que Yo tenía en ese momento, Mirándolo de esta  Manera, es una pena que teniendo una vida por delante, las persona con esa juventud se muera.

Pero Yo no tengo la culpa y ni creo que otro ser Humano, lo tenga, de que otro tenga una enfermedad degenerativa provocando el pequeño recorrido que nos Lleva la vida, a la Desaparición.

 Estos dos compañero, para  hacerse notar, le regalaba a sus oídos, que él, era repartidor, unas de Las mejores persona, que ellos habian conocido, se lo vendieron también,  que al energúmeno,  no hizo más Falta que Yo, al abrir la puerta, Todos me miraron .

Al verme, un silencio sepultar, viendo que llevaba el cigarro entre los dedos, el animal, de un  grito, Como si estuviese poseído por varios demonio, ante la atónita mirada de los demás, saliendo dentro de su ser, el espíritu del mal, por su boca salió, "Que pena, que no se hubiese muerto este, refiriéndose a mi, que no el Pobre chaval, paquete de -Driver" (Empresa Joven De Distribución.)

Fiche, me fui al servicio sin decir a nada nadie, me enjuague, las lágrimas, que iban rebelándose por mi rostros, jurando que Tenía que hacer  lo imposible, para dejar fumar, me han dado muchos palos en vida, y las personas quien confiaba,   Pero pienso que estamos  viviendo, con verdaderos monstruos en esta sociedad.

algunos días después. Una comida de Empresa, celebrando sus 25 años en  la oficina, su mujer enciende un  cigarro, no se si,  ella habrá dejado hoy en día el tabaco, pero al dia siguiente quise preguntarle al energúmeno, si hubiese tenido los Mismos cojones, como aquel día, Deseando  la muerte de su mujer  Como me lo deseo a mi, por ir fumando,  aquel asqueroso día. Pero me callé Como  un cobarde  pues  del ya tenía demasiados enemigos, en la Empresa por mi manera de ser.

Como si fuera parte de una terapia, desde ese día cuando me encontraba frente al espejo, reflejando mi otro yo, teníamos una pequeña conversación, que cuanto ante teníamos que dejar este el vicio de fumar,  pues cada vez teníamos más gente en contra, la guerra con el tabaco duró unos  años más, la batalla la iba ganando poco a poco, la  tregua duró, hasta que mi hijo cumplió los cuatro añitos.

El niño se dedicaba a partirme y desparramar los cigarrillos de la cajetilla, Como si el cielo, me hubiese escuchado, puso, pequeño Ángel en mi vida, en aquel pacto que hice con él otro Y en el espejo, en los flancos de la batalla que se  aproximaba, aliándose él, con su madre, me convencieron en dar el paso definitivo en la gran lucha con el tabaco. 

Les dije cuando terminase el paquete recién comprado de cigarrillos, sin cuartel, desde ese  momento tuve que aceptar la derrota, no se me ocurrió, que poner en la cajetilla, la fecha en que acepte el reto de dejar de fumar. me dieron Varios paquetes de chicles de  Pequeñas dosis de nicotina, que me ayudaron bastante, por cierto.

Según pasaba horas las, echaba De Menos el tabaco, con el chicle, en la Boca, apretaba con Los dientes,  mezclados, con la saliva, el líquido producido por la presión de los dientes, inyectando pequeñas dosis de sabor a nicotinas, recordando al por producido de ese mismo  año, al chupar el  residuo  del  Humo, del cigarrillo, filtrado por el pañuelo blanco,  antes tuve la ocasión de Hacer el experimento.

Estando un año entero, con el l paquete casi Lleno en el bolsillo, cabezonería por mi, en la comida de la empresa, de Navidad, el energúmeno, que  habría  deseado mi muerte, me dijo:  "que le recordaba a su padre,  el dejo el vicio del tabaco, como yo, lo estaba  Haciendo,  he aquí Llevando el paquete de cigarrillo Encima".

Después de la primera batalla, que fue la más dura los tres primero meses, de la guerra contra el vicio del tabaco, ganada totalmente, me alegro que  nadie muriera, siendo un  conflicto  tan cruel, que deja cada años, el tabaco deja  más de 650.000, muertes, en la unión europea, fuentes del periódico gratis de 20 minutos.

Los pocos amigos, los queridos familiares y conocidos, no daban  crédito a la gran aventura, que estaba a punto de finalizar, dejar de una  vez por toda el vicio del tabaco, pues  ya era hora , empecé con el vicio a muy temprana edad, quise ser hombre, ante de tiempo, siendo  un mocoso, el veneno ya corría por mi tráquea hacia los pulmones.

Hoy, escribiendo, después de más de 15 años,  sin fumando,  hay veces que tengo ganas o mí apetece un  cigarrillo,  sobre todo  cuando viene el humo del tabaco rubio, pero soy  consciente de que, en el momento de que yo, encienda cigarrillo, me volvería a enganchar,  por eso Como  soy un hombre débil ante el poderoso vicio, lo mejor es salir cuanto ante del círculo fumador. Se que es muy duro, el dejar de fumar, pero No imposible, pero os digo que merece la pena intentarlo, por lo menos para  el bolsillo, haciendo caso de mi padre, el precio destinado al tabaco semanal, lo Invertía en lotería, estando más de tres años jugando al mismo número, hasta que me canse. gane en Salud, pero el dinero se iba, como si visitara el estanco, diariamente.

Anécdota como, a los tres días, de dejar de fumar, en radio, daban la noticia de pérdida en: acciones de Tabacalera, claro les dije llevo tres días sin comprar tabaco, algo se tiene que Notar jejeje. 

Sirva este relato, como una herramienta más, en que  algunos hombre, mujeres, fumadores de temprana edad, consejos Positivos para dejar,  el tabaquismo.

Estaría muy orgulloso, que alguna de las personas fumadoras, Que leyeran (this) este  escrito, le ayudará a vencer los malos o buenos, hábitos Que Arrastra esta lacra, como es el tabaco. 

No es fácil, solo es proponérselo, yo tarde más de treinta años en dejarlo, si mi padre, gustándole el tabaco más que los dulce, lo dejo, y yo, TU, PUEDES.

Sírvase de otra anécdota de más, Después sin fumar un año, un vecino de la la comunidad, Eduardo me ofreció cigarro, le dije que lo había dejado, en su extrañeza, me comentó, que le  recordaba con el cigarro en la boca



Terminé de Redactar hoy día 01/03/2015




Me encantaría, que alguna persona que leyendo (this) el relato, decidiera dejar el tabaco, por Este humilde escrito, me lo hiciera saber, estaría Orgulloso, de que por fin algo positivo salió de mi.



  Enrique Hidalgo para El País de la Piel del Toro