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martes, 15 de noviembre de 2016

La Fecha

El País de la Piel de Toro



http://www.colegiosantacruz.org/calendario.html
Colegio Diocesano de Santa Cruz
Avda. de Burgos, 3 
19005 Guadalajara ( España)





El Papa pide perdón en Australia de los abusos sexuales, bien ya es hora, ¿pero y del maltrato infantil, por parte de Sacerdote, ? que, me pregunte, que haberlos hay, o los hubo.



                               Madrid 20 de Julio de 2007


Este, documento que relato, siempre quise hacerlo, muy poquitas personas conocen esta información, mi antiguo jefe, que era muy religioso, se lo narré un par de años atrás, no se lo creyó, o se quedó tan anonadado, que se subió a su despacho ante de lo habitual, diciendo que era surrealista total.

Pero ante en los años 2003/04, creo recordar que se lo narre tal como lo viví, esa tarde noche de aquel nefasto día, que pasó a la historia como el fin del franquismo, una fecha que muchos años atrás también era recordada por el fusilamiento de un líder político, que hubiese cambiado en rumbo de la España, sí una guerra, eso creo con la información que fui adquiriendo.

Por esos algunos de mis compañeros, me miraban con recelo, pues siempre salía a relucir esa noche de aquel día, no tuve más remedio, que desarrollar mi amarga experiencia aquella, noche del 19 de diciembre y la mañana del 20, jamás se me olvidará, no por los acontecimientos histórico, sino, por la grandísima pena de no haber podido defenderse, por ser un menor de edad, con tan solo doce años. Ante  un verdugo de más de cuarenta años, con un peso entre setenta u ochenta kilos.

Encima deportista, cargo de subdirector del colegio, hizo construir un frontón, en el patio del colegio, para tener cerca los campeonatos, de pelota vasca, corría la leyenda, que se quedó subcampeón de Castilla león,en este arte, aficionado el deporte, en Castilla la Vieja.

Como verán ustedes les plantee, que no pude hacer nada absolutamente nada, en mi época, si el maestro te daban un golpe, era por algo, decían mis padre, claro que estaban como algunos muy equivocado. La culpa el régimen, como pude observar.

Mi experiencia con el antiguo régimen, (franquista), de nada me pudo servir, mi corta edad, me lo impidió, mis pensamiento y obras, estaban en otros  menesteres, como la enseñanza o el juego.

Después cuando te vas haciendo mayor, pasas a la cama, es más grande que la cuna, que se te quedó pequeña, para la mayoría, en cambio a mi sigo pensando como ese niño de doce años, que esa noche le arrebataron su inocencia.


Quizás, ese bajo golpe que recibí, en ese invierno, me hizo ahondar más, en aquella España a blanco y negro, ante que yo naciera, por eso cuando tenía la oportunidad escuchaba a los mayores, observaba las penalidades, me gustaba el nodo, más que las películas, en él veía el reflejo y sufrimiento o la alegría, de las gentes, que el antiguo régimen, cortó, todas las alas, al pueblo, para esclavizarlo.

Y me siguen gustando, los documentales o acontecimientos, extraordinario de mi País o lo que queda de él, Mi Nación, habiendo de  vivir demasiado de prisa, pues el atraso era descomunal, y la diferencia de clase, se notaba en la ciudadanía. 

Sí, he decidido dejar mi caso escrito, es porque en el mes
 de julio, el papa Benedicto XVI, pidió  Perdón públicamente,

 de los posibles abusos sexuales, de algunos dirigentes eclesiásticos, como protagonista, menores.

Anteriormente fue el difunto Papa Juan Pablo I, quien pidió perdón por los crímenes, que algunos desalmados en nombre de Dios, proclamaron sin escrúpulos. Mi padre tenía razón, cuando me decía que el hábito no hace al monje, de las vece que me lo habrá dicho.

Pero esto es parte de la historia pasada, pero lo mío, fue maltrato infantil, con resultado psicológico, y de esto la curia no hablan, ya sabemos todos que los curas quieren el mejor material, de ahí, que crean que son los mejores, ante Dios y el hombre. Aunque este cabrón, al día siguiente 20 de Noviembre 1975, después de una solemne Misa, por el Dictador, intento justificar y excusarse con su comportamiento la otra noche.

Lo que me alegre, es que nos dieron una semana de vacaciones, preguntándome qué más a menudo se tendría que morir, los jefes de Estado. Ojala que hoy en día a cada obrero le dieran un par de día de luto, por la muerte de algún presidente, o jefe de Estado, pues que Dios les tenga en su “Gloria”.

Pero a los que nos quedamos por aquí, cerca nos dará igual que sea bueno o malo con sus semejantes. De todas las maneras son ellos los que pasan a la historia.

Yo pertenezco a una familia numerosa, mi padre con nueve años se quedó sin protección, de su padre, en una época muy difícil gracias a este mandatario y su afán de llevar el rebaño por el buen camino, que no lo dudo, pero su católica Majestad, también intentó, que la Realeza entrara en su casa, asegurando su continuidad, supongo.

A mi madre le paso casi lo mismo, desde los seis años, también se quedó huérfana, de ahí que sus hermanos, algunos estudiaran en un colegio de cura.

 Bueno, fue en el colegio, el seminario no había plaza, con lo cual, después de un año o dos, me pasarían al seminario.

El tema de la religión, me gustaba, creo por eso me caucionar, o me lo pusieron muy bonito, para estudiar en un colegio de curas. La casualidad, quiso que una familia muy católica, llegará al vecindario.

Una puerta enfrente de otra, llegaron mis padres hacer una buena amistad, la hija mayor, era, monja, tal vez tuvo influencia a mi futuro por llegar. Parece ser que en Guadalajara, había un seminario y colegio de curas, que ellos, conocían, entre ellos  algún cura.

Hice sexto curso de EGB, una vez dentro, me costó mucho esfuerzo en concentrarme, y creo que lo pase mal. Con  el alejamiento de mis padres, aunque hice varios amigos, tanto mayores y de mis misma edad.

D. Benjamín, se llama o se llamaba, el cabrón, era el subdirector del colegio, los dormitorios son dos naves alargadas de dos pisos, divididas por dos muros de un metro de alto, por los menos el que eran el nuestro.

Los muros dos muros de metro, aparte de separar las naves, su función era también de cabecero, al final de la nave como al principio, eran una fila de lavabos, para nuestro aseo diario.

Ese año de 1975, me tocó dormir en el pasillo del central, en la segunda cama, en la misma entrada al dormitorio, del segundo piso, el colegio Menor Diocesano de Santa Cruz de Guadalajara, a la salida de la carretera de Sacedón, en ese mismo año, estaba a las afueras de Guadalajara, hoy en día está urbanizado, junto con el hospital. Con mucha frecuencia nos encontrábamos con cortes de agua, o a verías, o en los suministros, como ocurrió ese día 19/12/1975.

Ese día, como todos, se escuchó el silbato, nos levantamos y fuimos a los lavabos, para asearnos, nos encontramos que de los grifos, no salía ni una gota de agua, en vez cerrar el grifo, algunos de los chicos los dejaron abierto. Con lo cual cuando vino el suministro por la tarde, salían a raudales el agua por aquellos sanitarios.

Cuando se subió al dormitorio, para despedir la jornada, estaba totalmente inundado el suelo, y la multitud de grifos saliendo a chorros y con mucha presión, absorbiendo el líquido las colchas de las camas.

Yo me puse rápido el pijama, tenía que cruzar la larga nave para llegar a los servicio, las zapatillas, ya estaba empapada, me las quite, zapatilla en mano, como otros muchachos, fuimos saltando cama en cama, para no mojarnos los pies, y coger  un resfriado.

Cuando de vuelta lo hicimos, para nuestro lugar de descanso, observamos, que de entre los muros, sobresalen varias cabeza, viendo un espectáculo gracioso.

En ese momento, entraron varios curas, con algún profesor y el turtores, el aviso nos hizo bajar tan rápidamente de las camas, pero con la mala suerte, que la  mía, estaba vacía, y todos los curas y profesores estaban esperando a que yo llegara, como si fuese un cabeza de turco, quise explicar lo ocurrido.

Ante la negativa de D. benjamín, que era el cabrón, no se lo creyó, pensaron que estábamos jugando, no quiso mirar, las zapatillas y los bajos de los pijamas mojados, por el agua.

Con la mano derecha, me tiro una bofetada a la cara, que la esquive, pero con la izquierda no tuve esa suerte, y me alcanzó de lleno, de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, mi cabeza era de un sinfín de ida y venida, me contaron mis compañeros de camas, los más próximos, que no dejaban de observar, no sé cuánto tiempo estuve recibiendo golpe, perdí la noción.

No sé cuándo me acosté, pero esa mañana del  20 de diciembre de 1975, cuando D. Eladio ,el tutor, encargado de subir a despertarnos, con silbato en mano, no le escuche, y eso que estaba a escaso dos metros, de mi cama, despertándome mis compañero.

Como otra mañana más al calendario, después de asearnos, bajamos a desayunar, una vez todos en el comedor,  nos obligaron todos  a bajar a la capilla a escuchar misa, donde supimos que el jefe de estado palmo, comprendí, entonces las aguas revueltas, que los curas tenían esa semana. Antes de coger nuestras cosas, y enviarnos a casa,  el cabrón de D. Benjamín, se quiso excusar por el comportamiento, de la noche anterior.

No me acuerdo si me pidió perdón, lo dudo, años más tardes en los ochenta, me presenté con mi  automóvil y mi novia, con la intención de echarme a la cara, al cabrón de D. benjamín, y preguntarle si seguía teniendo los mismos cojones, de la noche anterior al 20 de diciembre de 1975, y si estaba dispuesto a volver a repetir, la hazaña, con un hombre y no con un crío de doce años.

Pero este tío ya no  estaba en el colegio, y los diáconos, que, que me encontré, no lo conocieron, uno de ellos, se ordenaba sacerdote, y nos invitó a la ceremonia, en Sigüenza. Fuimos con unos amigos, en la catedral, el sacerdote que oficiaba, la ordenación, era el director del seminario, al terminar, me baje a la sacristía y me reconoció.         



Entrada del Colegio y seminario de Santa Cruz, con los diáconos que se ordenan Sacerdote a mediados de los ochenta 

Pero este tío ya no  estaba en el colegio, y los diáconos,  que me encontré, no lo conocieron, uno de ellos, se ordenaba sacerdote, y nos invitó a la ceremonia, en Sigüenza. Fuimos con unos amigos, en la catedral, el sacerdote que oficiaba, la ordenación, era el director del seminario, al terminar, me baje a la sacristía y me reconoció.

Unos años más tardes, algunos alumnos de centros religiosos, denunciaron algunos de estos tipos de ¿defensores de la fe y valores filosóficos, éticos? Castigando por abusos sexuales a niños, que en mi caso fue un maltrato infantil. Comentandolo a mi mujer y compañera.

Me dijo, que si lo podías demostrar, claro que después de más de treinta años, quién me iba a  creer,  pues tenía razón, desarrolle la carta la imprimí con la intención de enviarla,  al arzobispo de guadalajara http://arquidiocesisgdl.org/inicio.php pero en el último momento desistir, no enviándola, pero sí en cambio, me valió, para dejarla, en el blog, del País de la Piel del toro.
    
Quizás, algún lector, le parece surrealista, este documento, ya que el maestro de este cabrón,  no le  hizo  caso a su jefe con las enseñanza, dos mil años atrás que él proclamó a los cuatros viento, “dejar que los niños se acerquen a mi”

En esto casos mejor alejarse de ellos. No sean que os perjudique.


En Madrid a 20 de Julio de 2007, Redactado por Enrique Hidalgo, para El País de la piel del Toro





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