El País de la Piel de Toro
Palabras 1305
Madrid 19/10/2009
Por fin alguien se atrevió a decir las cosa como
son, gracias a ese programa de Radio, no
hay derecho de que unos cientos de personas, que se hagan pasar por
deportistas, nos jodan todo el
funcionamiento de una ciudad, como Madrid cortando el tráfico dejándola incomunicada.
Para pasearse en bicicleta, con el beneplácito de
algunos concejales del Ayuntamiento o asociaciones y no sé con qué propósito lo hacen, pues en
nuestra Casa de Campo, sería apropiada para este tipo de manifestaciones, u
otros propósitos como el de hacer o pasear en bicicleta.
Y con la garantía de respirar un aire más saludable, que
el que podían respirar ese domingo en el centro de la ciudad de Madrid, con una
alta contaminación atrasada.
Los hechos descritos por este cabreado ciudadano, fueron
vividos, unos cinco o seis años atrás, en estos años no conocía vuestro
programa, en ese un dia no cualquiera. Como tampoco conocía este ciudadano, que le
toca gruñir, con todo tipo de injusticia.
Que gracias a esta persona, no abre los ojos, ni que
decir con los insultos o elogios, que nos enseña el señor Pancracio. Estoy
seguro que si ese día, me hubiesen observado, se quedaron anonadados. Como una
criatura pacífica como yo. Por su boca salía sapos y culebras y una infinidad
de insultos hacia su alcalde y sus concejales.
Era un domingo de Septiembre o principio de Octubre, no
lo recuerdo bien, pero hacía un calor agobiante como los vividos en algunos
meses de años, como lo de Julio.
Decidimos irnos a pasar la mañana y la tarde de ese día,
con otras familias, nuestro Parque de Atracciones, de nuestra Pulmonar querida
Casa de Campo.
Para que nuestros hijos pequeños disfrutaran de un feliz
día de aventuras, (la dichosa aventura no tardaría en venir hacia nosotros).
Del Noroeste de la
ciudad, en un barrio ajeno al centro, nos incorporamos a la M-30, en
Méndez Álvaro, con dirección al Paseo de Extremadura, hasta llegar al desvió de
casa de Campo.
En la salida del Marques de Vadillo, tráfico lento casi
parados, veinte minutos en llegar a los
soportales del Estadio Vicente Calderón. Mi paciencia se agotaba, saliendo en la salida
antes de llegar a plaza España, con la intención de no coger el túnel recodo de la carretera
Extremadura.
Para salir directamente por el paseo de Extremadura, esa
fue mi perdición, una calle principal estaba cortada, y por ella corrían los
deportista de Élite, los que no contaminan esos de do rueda, (esos que
prefieren el asfalto de la ciudad antes de pasar un agradable día en el campo).
En paralelo a ellos, nosotros esos deportistas de cuatro
ruedas, domingueros, que en vehículo parado con motor en marcha, a ralentí,
sumando a la atmósfera de Madrid CO2, la contaminación más el polvo levantado,
por todos los individuos al trote, junto con los de la bicicletas, o eran dos
carrera?.
¿Tan importante eran esas carreras, que los deportistas y
otros individuos que se sumaron a ella?, no eran conscientes, que a lo largo de
esos recorridos, sus pulmones respiraban el veneno producido por los motores de
nuestros vehículos, que estaban en paralelo a ello.
Como pude salí de ese infierno, como pude llegue hasta la Gran Vía. Con la intención de bajar Calle Alcalá para llegar a O'Donell, y
llegar a mi domicilio.
Ya, el placido Domingo, pasó
a ser un jodido festivo más, son las doce de la mañana. Pero la odisea llegó
cuando la Plaza de Cibeles, Castellana estaba cortada por la dichosa
carrera.
Callejeando pude ir a la Calle Antón Martín , para bajar hacia atocha y poner rumbo a la Avd. Ciudad de Barcelona.
Cojo nudo la Glorieta de Atocha, también cortada por la puta carrera, los
agente y voluntarios acojonados por mi gran cabrero, hacia a ellos.
Cómo pardillo, por no poder
dar más de sí, dimos media vuelta en la glorieta, subiendo por Antón Martín,
con la intención de bajar por la Calle Toledo, dirección M-30, como nos
indicaron los policías municipales.
En esos largos y cortos
recorridos por Madrid centro, los insultos no le llegaría al cabronazo del
Alcalde Gallardon. “Hoy en día pasando esta carta a limpio para el blog, puedo
asegurar que fue un paso decisivo para la nefasta empresa de BiciMad, que la
Sra. Botella gestiono. Para luego hacerse cargo la EMT.”
Hasta la calle Toledo fue
bien, pero imposible de avanzar más, son las dos de la tarde, se juntaron con
todos los ciudadanos que salían del Rastro, en cuanto pude salí por Calle de la Latina ,
con la intención de llegar Plaza Tirso de Molina de la calle pasando por la Calle Colegiata
Mis esfuerzos fueron otra
vez en vano, en la calle de la Magdalena. Parados en filas por la estrecha
calzada adyacentes, en una de ella salió un vehículo, dejando un espacioso
hueco, que yo aproveche para meterme,” No sabe lo que hizo, por irse, pensé en
voz alta”.
Aparque mi coche, pare el motor,
nos pusimos cómodos como pudimos y vimos pasar las horas, hasta que comprobamos
que las calles estaban despejadas de coches.
Llegando a nuestro domicilio cuatro y media de la tarde,
del jodido Domingo gracias al Alcalde, recorrimos doce kilómetros, tardando unas
seis horas en recorrer esa distancia, atrapado o secuestrado en el vehículo,
por órdenes de los organizadores y consentidores de algunos funcionarios del
Municipio.
Me acordé muchísimo de la madre del señor Alcalde y de
sus organizadores, no dejaba de preguntarme de quién fue el imbécil, que tuvo
la genial idea de corta la castellana, y
otras, las principales arterias que divide Madrid. Dejando la ciudad
incomunicada de coches.
Hoy escribiendo este relato, me salen insultos de la
cabronada jornada de ese puto domingo, con el resultado de un tremendo
odio a esos energúmenos, deportistas los
que dicen que son defensores de la ecologías y naturaleza, etc. Que luego a
mayoría de estas gentes, de lunes a viernes, joden al prójimo riendo y
puteando, para sí quitarse su adrenalina durante ese jodido domingo.
Me pregunte yo muchas veces, a parte de mi negativa
experiencia de ese domingo, que si tuvieran huevos organizar otra maratón como
esa, pero de ida y vuelta hacia Badajoz.
Habilitando un carril para este tipo de eventos, y que
corran durante seis horas, tiempo que estuve parado, ese puto domingo, gastando
tontamente combustible, nuestro tiempo, y ese tiempo que nosotros tardamos en ida y
vuelta a Badajoz.
Ojo con esto, que se podían escoger otros itinerarios,
como cortar la casa de campo de vehículos de motor, para estas carreras
espontánea, menudo circuito, seguros que después con la tortilla y unas siesta
al aire libre, degustando unos vinos en sus veladores del lago, o carrera de
barca.
En fin señor Gallardón, Alcalde de Madrid, los tiene bien
puestos y tan puestos de que sacarnos los dineros en unos y otros impuestos,
para enterrar el C02 de los vehículos de cuatro ruedas, bajos los túnel de la
M-30.
Te olvidas de otros ciudadanos, que lo que quieren un
Madrid, que sea una ciudad limpia alegre
y orgullosa de sí misma, y no como ahora llenas de zanjas y mala leches de los
ciudadanos, de las cacas de los perritos, el tío de la moto a todo gas, las
pintadas o grafitis, las meaditas de dichos canes, la incivilización a machas
forzadas, de algunos ciudadanos, que no respetan la libertad de otros, etc.
Mejor lo cuento otro dia, pero creo que me dará igual, me
subirá el IBI, usted o otros como usted, las
tasas de basuras, etc, para empobrecernos para que este Señor y otros cumplan con sus objetivos.
Un saludo de un ciudadano cabreado.
“ Hemos aprendido a volar como los pájaro,
A nadar como los peces, pero no hemos
Aprendido el arte de vivir juntos como hermanos.
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