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sábado, 15 de junio de 2019

Vivir con una Bomba de Relojería

El País de la Piel de Toro

Representación de Ángeles de la Guarda, en la actuación de #laluchadeiker  





                       

                          Vivir con una bomba de relojería

                                           


                
  3 Junio de 2019 / 795 palabras
         
             
               

El pasado 24 de Mayo, el plan era no salir de casa, a eso de las nueve de la noche, encendimos el horno, para que cogiera temperatura, pues la Pizza, la sacamos de la nevera, con la intención de cenar, y algo de picar.

A los quince minutos, un fuerte olor  a cable quemado nos alertó, corrimos rápido ala  cocina desde el salón, dentro del horno, se visualizaba un poco llamarada no normal, arriba, en el habitáculo metálico cuadrado, en la parte superior donde  se encuentra los conductos de las resistencias.

Dejo de ver el fuego, tras el cristal del aparato, automáticamente  apagamos el contacto de corriente y luz del crematorio, por medio de los botones del electrodoméstico afectado.

Dejando un sonido chisporroteando eléctrico, nos extrañó que el diferencial eléctrico, no detectara el posible cortocircuito, saltando el automático correspondiente, detectando la posible avería, alguien dijo: otro electrodoméstico que murió, que pena, fue tan joven, que no  supimos apreciarlo, en todo estos dos años de vida.  

Echando la posible culpa a la anterior limpieza del habitáculo. Después de la ablución, se utilizó varias veces, y siguió funcionando, no lleva ni dos años.

Se busca la garantía, no encontramos los papeles correspondientes, esto sí que es un misterio de cuarto milenio. Así que el lunes bajaremos a la tienda, a la hora, cambiamos de idea, y decidimos irnos al Corte ingles de Méndez Álvaro, antes de votar, en las elecciones al parlamentos y municipales.

Veinte minutos después llegamos al Híper, como nos urgía,  fuimos allá, nos atendieron fabulosamente, lo que más nos apresurada la entrega, si es o no, la fecha que nos interesa desde hoy domingo día 26 de Mayo.

El comercial, nos dice que lo tendríamos el jueves día 30 de Mayo, nos sedujo la adjudicación, lo encargamos, se pagó con la tarjeta del establecimiento.

Coincidiendo mi mujer y yo, que al final es el Corte Ingles, quien mejor nos solventa nuestras necesidades y problemas del menaje del hogar.

A las 15 horas de ese jueves 30 de mayo, llaman al telefonillo individual de nuestra vivienda, es el instalador con el recién adquirido horno nuevo. Desatornilla el viejo del hueco de la encimera, cuando saco el electrodoméstico, se fijó en los cables quemado y al moverlo empezó otra vez el chipoteo.

Desenchufándolo del enchufe con  fuerte tirón  de los cables, dejándolo libre de la red eléctrica, el defectuoso aparato.  Y no dejando de hablar de que nosotros teníamos un Santo, aquí en la casa, repitiéndolo en varias ocasiones.

( Yo no lo hubiese hecho peor la instalación, eso que no soy manitas, pero el montaje lo hubiese desarrollado, como el especialista del Corte Ingles, la instalación mala, correspondía a los dos cables encintados, uno con otro  ( horno y Cristal gas) antes de la clavija, una vez encintado atornillado a la clavija,  ahora pienso que si, el cabrón, quiso acernos una putada, quemándonos el piso).


En ese momento mi mente se fue  al número 17 de la Avda. de Pablo Neruda, con la explosión Gas que tuvo lugar en el piso trece del barrio, el operario me estaba describiendo, lo que podía haber sucedido, con la fatídica chapuza que nos realizó el anterior montador del horno.

 De esta manera el cabrón jugo con nuestra seguridad y la del bloque de vecino, pues a escasos centímetros del enchufe pasa la tubería del gas, que alimenta a la placa.

Dio  la casualidad, que los cables se apagaron, no llegando hacer llamarada, quemando la madera de la encimera o el mueble, no ardió, menos mal. 

Otra vez repitió lo del Santo en casa, y que fotografiara los desperfectos para enseñárselo a los de la tienda, que nos suministró el aparato, Electrodomésticos Martín... (Lo pongo en puntos suspensivos, para no dar pista del establecimiento, aunque, ellos  si tendrían responsabilidad alguna, por mandarnos a un buen cliente, este nefasto montador).

¿Un Santo?, no lo sé, me respondí mentalmente, pero un Ángelde la guardia, sí, ya me saco de varios apuros, sigue estando donde siempre a mi lado y retrocedí en el tiempo, años 1989.

Cuando volcamos con el Lada Samara, en una curva, limitación a 30 k/h con un  cambio rasante, en la misma curva después de un kilómetro de la carretera recta, a una velocidad entre 90 o 100 k/h. la suerte fue que la noche anterior estuvo lloviendo sin parrar, empapando bien la comarca.

Convirtiendo el pavimento en barro, que fue el que nos hizo frenar en el terraplén, quedando empotrado el vehículo de culo, ese día pensé, en el Ángel de la Guardia, el mensajero vino a verme y actuó con buena voluntad, protegiendo a mi chica y a mí.

Gracia Siempre mí Espíritu Celeste.   



Enrique Hidalgo para El País de la Piel de Toro 

  




Esta es la clavija adecuada para el enchufe del horno y la placa del gas, y resto del cable apreciándose la un trozo de la cinta aislante blanca.


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