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lunes, 3 de octubre de 2022

La otra Realidad

El País de la Piel de Toro





Madrid 13 de enero 2022

Palabras 2.786

Todo empezó el mediodía 10 de enero, con la subida de una fotografía que realice el pasado fin de semana, en la superficie comercial de Alcampo. En el pasillo correspondiente de menajes del hogar, en una esquina se encontraba un carro, lleno de productos para su reposición en estanterías o mercancía retirada de la exposición.

 

En la parte frontal del carro de plástico, pegado o cosido un cartel con letra de cabecera la palabra en mayúscula: OVINIS y de bajo de ella centrada menajes del hogar.

 

Me hizo gracia  la situación, saque el móvil del bolsillo Active la cámara inmortalice el encuentro, ante la negatividad de mi compañera, que no hice caso de su  comentario.  

 

Ya en casa busque el Twitter de Álvaro Martín, un investigador de fenómenos paranormales y presentador del espacio en Onda Madrid  en la sección de Madrid misterioso y se la mandé. 

 

A los pocos minutos la aplicación sonó con el respectivo aviso de que alguien le dio me gusta, a la fotografía, era El y otras tres personas amantes de la ufología.

 

Quedaban cuatro horas para que llegará la 11 de la noche del día posterior, después de cenar y asearse vemos la tele ajeno del fatídico encuentro con  la Parálisis del sueño, material que descubrir gracias a mi hijo, que nos dio las explicaciones anormales, que me viene ocurriendo desde 1983/84, a raíz de hacer el servicio Militar en Málaga en el antiguo edificio que albergó un monasterio o convento desde la época de los Reyes Católicos.

 

Nuestro destacamento era un cuarto de unos 25 metros cuadrado, con dos literas y una cama individual, en la pared del oeste, a un metro y medio del suelo se abría una gran ventana de madera de doble hoja de más de tres metro de alta que daba a un amplio jardín no muy transitado y mal cuidado con viejos y alto abetos y pinos, terminando el cierre, el tragaluz en círculo.

 

En la pared norte el tabique o el muro dividía  un pequeño habitáculo cuadrado de pequeño techo abovedado, como si hubiese sido en la antigüedad parte de la cripta de la iglesia del recinto.

 

Seria primavera o verano, cuando una lechuza o búho, se instaló en una alta rama de un árbol, ululando casi toda la noche creo que estuvo varias noche.

 

Pues una de esa noche eché en falta su cantón de ultratumba, nos fuimos a la cama, los más veterano teníamos la cama baja de la litera, cuando de pronto no  escuche el ulular del animal callándose a los pocos minutos, en ese mismo segundo, se abrió las dos hojas del gran ventanal y un aire huracanado entró por la fisura abierta de par en par de las hojas, levantándome del somier, y agazapándome  con  la colchoneta arrinconándome  por la fuerza del viento, contra la pared y sujetándola con ambas manos la colchoneta frenando la resistencia de la ventisca en los pocos segundos o minutos que duró este vendaval, llegó la calma en el momento que el  animal dejó de emitir su siniestro sonido, se cerró las ventana, me desperté mire alrededor para ver cómo estaban mis compañeros imaginando todo tirados en el suelo. 

 

Pero no fue como yo lo esperaba, estaban todos durmiendo como si fuera una noche más, como no hubiese pasado nada. Me costó dormirme pensando que me había pasado,  creo que fue  aparrtir de esa noche, me empezó a pasar cosas raras  casi siempre de madrugada en el sueño. 

 

 Me saque el carnet de conducir, cuando cogía el coche, intuía una presencia al lado, sentada en el asiento del copiloto, lo achaque a problemas mentales o figuraciones de la cabeza.

 

Ya licenciado del servicio militar una noche de aquel verano me acosté,  me despertó una presión en el cuello con síntomas de asfixia, una mano siniestra me estaba apretando el cuello con la intención de estrangularme, la única mano que me respondió fue la izquierda, a la que cogió con fuerza la derecha arrancandola de mi cuello.

 

Cuando por fin arrebato la mano, me di cuenta que era la mano derecha quien estaba aferrada a mi  cuello, pero estaba dormida con una especie de hormigueo recorría la mano  hinchada, tarde varios minutos en que me respondiera la extremidad derecha.

 

Esa noche también me dio por pensar, ya me estaba rodando la idea de una posible magia negra o entidades maligna, ya que siempre me inquietaba estos temas de brujería. 

 

Quizá sería el alto alcohol que bebía por esa fecha ya que nunca tome droga, un porro  para probar, que me dieron los amigos, gracias a mi ser, no me aficione a ellos.

 

Pasaron algún que otro acontecimiento terrorífico durante las noches posteriores al año, cuando me estaba ocurriendo la parálisis total del cuerpo, busque una fórmula para despertarme, conscientemente me refugie en la religión, empecé a rezar el Padre Nuestro, que antes de terminar la oración mi cuerpo se liberaba de aquellas cadenas que estaba atadas a mi cuerpo sin movilidad alguna .

 

Años después sobre 1986/87 creo recordar una sobremesa de un día de calor, no recuerdo el mes pero creo que sería entre Mayo y Julio. Llegué de trabajar comí rápido y me fui a la habitación para dormir una pequeña siesta, pues estaba cansado y mis párpados me pesaban, me eché en la cama e intentar relajarme para descansar, antes de cerar  los ojos, vi un enorme y gordo dedo que salía de la marrón puerta de la habitación cerrada  con una considerable velocidad hacia mí, el impacto fue tal que  mi barriga se quejó al  sentí el dolor por  la colisión me hizo doblarme flexionando las piernas y el tronco.

 

Automáticamente salí de la habitación sin comprender lo que me había ocurrido, hasta llegar al salón donde se encontraba mi madre y hermana, está última me dijo si ya me encontré con el Duende, explicándome que en casa se instaló un espíritu burlón, llamado así porque no tiene conciencia y no sabe diferenciar el bien del mal.

 

Yo estaba alucinando  en colore, el único internet que se conocía eran las revistas de parapsicologías del Doctor Jiménez del Oso, espacio tiempo  o año 0, algunas las  compraba para buscar alguna explicación a lo que me estaba sucediendo.

 

Ya no recuerdo cómo entro este fantasma si le puede llamar así y por qué eligió nuestra casa, pero un par de semana después mi hermana nos reunió a toda la familia junto con dos mujeres cubanas que sabían cómo hacer que este espíritu se marchara de nuestro hogar, el ritual se llevó acabó y parece ser que ya no nos pasó nada más a la familia, eso quiero creer.

 

En los años 1989/90, abandone el domicilio familiar, en mi nueva casa, detrás de la puerta colgué una cruz de Caravaca de un material parecido a la baquelita  con tres lazos de colores y bendecida,  que nos la regalo mi madre. 

 

Meses después al entrar en de la casa me encontré en el suelo media cruz. Se había roto en dos partes, achacamos algún golpe que recibiría  al abrir la puerta, ahora creo que no fue tan casual la coincidencia.

 

Me  sobrevino  algo la otra noche, en décima de segundo que no pude retener en mi memoria, más un trocito de una agradable  esencia olorosa en la habitación dejando una estela de una fragancia absorbente de aroma, que pude apreciar en décima de segundo antes de desaparecer, muy parecido al olor ente jazmín y dama de noche.

 

Pasaron los años entre, 1997/2000, cuando ocurre otro desagradable trastorno del sueño fue tan real lo sucedido, que hoy en día lo recuerdo y que el sábado nueve de enero viendoen la tele la última saga del Hobbit en la televisión, me traslado a esa noche, viendo casi al mismo Dragón o ser demoníaco que me recordó a la desagradable experiencia.

 

Era verano estábamos en la casa de un familiar, en el pueblo, llegó la hora de acostarnos, durante la madrugada me desperté comprobando que mi cuerpo estaba paralizado, no podía mover musculo, vi a un ser con panza gorda escamada y con la cabeza de un dinosaurio, estaba sentado sobre un trono o en alto, se me hizo familiar al maligno Dragón de la película. Por derecha, corria un canal  un  líquido como dorado.  Por la superficie acercaba una barca con una persona de pie y otras dos sentada remando, que no supe distinguir, pasando a escaso metro de la bestia, ante de alcanzarla el hombre que estaba de pie, se echó una especie de manta trasparente, e invisible, cubriendo totalmente la barca y resistente al fuego que salían de los agujeros de la nariz del monstruo, y pude comprender que el animal era yo, gracia a los comentarios que escuche al    hombre dirigiéndose  a los dos barqueros “dejemos que se lo crea, que es el “.  Después de un fuerte grito, pude despertarme.

 

Años después cuando vimos la película de Harry Potter en el cine, me recordo al sueño años después, cuando los magos se echan un capote que los hacían invisible ante cualquier ojo. Me desperté con un gran grito, que se tuvo que escuchar por todo el pueblo, ya que mi cuñado a la mañana siguiente pregunto al día siguiente que me ocurrió,   despertando a todos los durmientes.

 

Pero era tan real, estaba paralizado y yo llamaba a mi mujer, pero el sonido que salía de mi garganta se convertía en bufidos de un ser terrorífico.

 

Otra vez en el dormitorio de casa, me ocurrió lo mismo parálisis total sin poder articular músculo y esta vez vi como una alta sombra tapada por una especie de hábito con capucha, se dirigía hacia mí, con las manos si se pueden llamar así, con la intención de estrangularme, al apoyar su rodilla en el colchón, sentí el hundimiento del mismo, en ese momento pude emitir un grito,  desapareciendo o esfumándose  la figura.

 

En los años 2013 me pasó algo muy curioso que investigando hoy en día en consultar a Google, gracias al libro que leí el 27/8/2021 con el título Sexo en el Convento como fenómeno “ subida del muerto” hace referencia a “ súcubo” o “incubus” según la mitología medieval estos demonio toman forma de mujer con la intención de tener sexo con la persona sometida a este trance.

 

Como me ocurrió en esos días, cuando me encontré paralizado esa noche me desperté, encima de mi estaba gimiendo de placer por penetración, una mujer al gira su  cabeza hacia mí, reconocí a una excompañera de trabajo natural de Brasil.

 

Me hizo eyacular dentro de su  ser, y acto seguido como si fuese un globo al soltarlo y perder el aire, se iba chocando contra paredes de un lado al otro, cuando y riéndose, llegó al salón, se chocó con el bodegón que se cayó al suelo  después perderse atravesando la pared.

 

Mi mujer se despertó preguntando que era ese golpe, yo me levanté a colocarlo y cambiarme de pijama pues estaba manchado de la eyaculación sobrante.

 

 

 

No se lo conté, porque no sabía si lo creía o no y por no tener bronca a este comportamiento.

 

Días después ocurrió lo mismo pero esta vez con otra mujer o algo creo, el lugar el asiento de un coche descapotable estaba sentada sobre mí regazo,  la penetración fue anal, cuando “ súcubo” se giró la cabeza para mirarme reconocí a otra excompañera, la llamaré Marta con resultados ficticio.

 

Esta vez también manche el pijama, tampoco se lo conté a nadie, pensé que estas dos personas hubiesen tomado alguna sustancias alucinógenas que produjera este tipo de encuentros.

 

Ya que cuando estaba en la empresa me advirtieron que tuviera mucho cuidado con estas dos personas y una tercera, o quizás algún tipo de rituales invocando a Dios saber, como se produce en la magia negra, en literatura y en el cine estamos acostumbrados ver. 

 

En mi caso si soy creyente de estas forma de vida, que hace daño al que la padece achacando a una posible lesión de la mente.

 

Pero no encuentro cura a esto, y no creo que el resultado positivo sea acudir a un psiquiatra o Psicológico. Aunque  en la medida sea una buena idea, yo estoy recibiendo ayuda, no de este tipo si no por la posible lesión de ansiedad que me produzco en el anterior trabajo, regentado por esta tres mujeres.

 

Otra vez vi una sombra que iba corriendo desde la puerta hacia la terraza de la habitación, intenté llamar a mi hijo a voces para detener al posible ladrón que se había colado en nuestro hogar atreves del balcón abierto, pero mi garganta salía bufidos sin ningún orden, tampoco me respondía mi cuerpo, me desperté con el zarandeo de mi mujer.

 

Le esplique lo que creía que era, pero al final dije que fue una pesadilla tan real que a la mañana del sábado de 2014, mi hijo vino al dormitorio para decirnos lo que me estaba pasando,  él también lo ocurre y el fenómeno se llama “Parálisis del sueño”. 

 

Al momento cogimos ambos teléfonos móviles de la mesilla de noche y tecleamos en Google


Parálisis del sueño, y nos llevó al YouTube.

 

Parece ser que un hombre  le  ocurría este tipo de cosas, a no tener explicación decidió montar unas cámaras de videos en su habitación para grabarse mientras dormía.

 

El resultado era lo que a mí me ocurría una sombra con forma humana recorriendo la habitación a merced del durmiente al no poder despertarse. 

 

Como soy escuchante  de onda Madrid, un día llamé a la emisora me atendió una periodista, le expliqué cómo pude toda esta patología y enfermedades de la “Parálisis del Sueño” me respondió que lo consultaría con la presentadora, y así fue  el 24/11/2015 de la 10 a 11, hablaron de ella, con varios expertos en medicina. Me quede tranquilo saber lo que me estaba ocurriendo, parece ser que cientos de personas la padecen y lo peor es que pasan miedo cuando les está ocurriendo la parálisis pero nadie habla de esto, recuerdo a un compañero que me dijo que me dejara llevar, que lo que me estaba ocurriendo era un proyección del cuerpo Astral.

 

A él le pasaba mucho pero no contaba nada, más que lo que él quería que sepamos, tampoco era una persona muy creíble.

 

Esto me lleva a una conclusión que hay presencias malignas son siempre las  que ganan a las presencias benignas. 

 

Llevándome a la noche del día 10 de enero 2022  la madrugada del 11 de enero, escuche un sonido o ruido muy débil al oído por su lejanía, puse atención pues el sonido me era familiar pero no sé cómo describirlo, una especie de tambor, campana que cada vez era más fuerte por su aproximación, cuando llegó al dormitorio se paró, enfrente de mi, pero yo sabía que la presencia que lo provocaba estaba a escasos metros de mi cara, no pude ver de quién se trataba, al intentar moverme me di cuenta que era imposible, mis músculos no me obedecía intenté articular palabra, pero tampoco salía más que gruñidos, desapareció el espectro cuando mi mujer me zarandeo, todo volvió a su tiempo.

 

Al sonar el despertar de a la, 6’45, me voy a la cocina, enciendo la placa inducción, realizando con el dedo tres posiciones con su respectivo pitido.

 

La enciendo pulsando el dedo, silbido, señaló el calentador correspondiente a la llamada luego señaló la temperatura al nueve, y  pitido, me doy la vuelta abrí el armario para coger las galletas  y escucho a mi espalda el pitido de apagado.

 

Me doy la vuelta vuelvo a repetir la misma operación y espero unos minutos a que suba el café de la cafetera apagó la placa con el correspondiente pitido. Salgo para ir al baño.

 

Cuando vuelvo la placa está encendida  el café está hirviendo y salpicando los azulejos de la cocina y Manchando  el fogón,  se encendió sola y no se escuchó pitido alguno.

 

Estamos en el 11 de enero, presiento que ante de acabar el día espero otra jugarreta, no me equivoqué a las cinco subo a mi lugar de trabajo y me encuentro reventado el resbalón de la puerta de entrada de la finca donde trabajo.

 

Menos mal que vino el cerrajero cambiando la cerradura poniendo rostro de no explicarse la rotura,  de que hubiese sido un buen golpe que recibió adrede o degaste del muelle.

 

Algunas veces me pregunto a quién o quienes  en la otra vida o en esta, les hice mal, para que  se me tuerza casi todo  en esta otra.

 

Pienso muchas veces en Terminator, recorriendo los mundos en que yo nazca, para que me sigan puteando.

 

Todo empezó este miércoles día 12 de enero, cuando Álvaro Martín, comento en antena el misterioso protagonista del libro y película del exorcista, y me animo a escribir mis vivencias, solo pido a Dios, que sea mi última parálisis del sueño.


 

Enrique Manuel Hidalgo para el País de la Piel de Toro


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