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sábado, 15 de febrero de 2025

Los porta páginas


      Madrid 23/1/2023


      Los porta páginas. 


       4.041  palabras.


Corrían los años noventa del siglo pasado, cuando nuestro director de la empresa, nos comunicó que incentivaría  con unas buenas pesetillas ( euros ) a la mejor idea para incrementar las ventas de la empresa. 


De esta manera el jefe quiso motivarnos, así que yo plantaría mi idea para incentivar las ventas, pero no cuajó, sugerí que ya que estábamos creando una marca de oculos. 


Se podría hacer un logotipo de un señor con gafas  en porta páginas y mandárselo a las ópticas y farmacias, que las dejarían en su mostradores  y los recogerían todos aquellos clientes que entrarían en sus establecimientos, claro que también sería de una ayuda a todas aquellas personas mujeres, juveniles y hombres lectores de libros. 


Así que me quedé sin el marketing deseado. Pasaría casi dos décadas después de dejar aquella empresa, cuando desarrolle un manuscrito, un verano que nos fuimos de vacaciones al levante español, la idea que rondaba desde niño la plasme en un escrito, en varias hojas de cuartilla y se la entregue a mi madre, para que entendiera un poco de la historia de su comarca, pues no tuvo la oportunidad de ir a la escuela de pequeña, pero era avispada en captar todo lo que los mayores de su tiempo comentaban del importante papel que jugó en la historia su municipio.


 Con nueve años recién cumplidos me dijo que en el pueblo vivía un famoso político muy nombrado, años después averigüé de quién se trataba, el diputado fue D. Diego Muñoz Torrero, unos de los redactores de la Pepa, gracias a ellos fuimos por fin libre del absolutismo de Fernando VII y mejora para los ciudadanos por su constitución para el pueblo. 


 Según leía los folios de la narración, su rostro experimentaba una enorme satisfacción de aprender que los romanos estuvieron en su pueblo antes que los árabe.  Unos compañeros me pidieron leer el manuscrito, pues yo se lo hice saber, ya que uno de ellos era extremeño y le picaba la curiosidad. 


A los pocos días me lo devolvieron comentando que ellos lo mandaría a publicar, pues la narración les gustó. Así que me hablaron de una editorial gallega. 


Mandé una copia, pero pasaron los días, las semanas vinieron como las recientes lluvias de primaveras, empapando mis letras que resonaban en mi cabeza y no entendía como se tardaba tanto en contestar una carta. 


Varios meses después me puse en contacto con la editorial, pregunté por la señorita que me atendió un tiempo atrás, el interlocutor me dijo que ya no se encontraba trabajando en la empresa y no sabían nada de ese manuscrito, por lo que seguramente no fue apto para su publicación. 


El año siguiente un amigo de la infancia que le encontré en Facebook y  después de conservar con él, por mensaje y ver un blog en su perfil cuyo contenido eran el resultado de su trabajo como un manitas, le pregunté la manera de hacerme uno yo, y si yo lo podía crear. 


Me dio unas clases  privadas. Me puse mano a la obra, me llevo una mañana, engendre el cuaderno en la red y le mandé la dirección electrónica de mi Blogger " El País de la piel de Toro"  al rato tuve la respuesta, comentando que me salió mejor que a él, y en broma me dijo que me pasaría la factura.


 En septiembre del 2012 nació mi proyecto, subiría fotografía y dejaría visualizar al público mis textos, uno de ellos fue el cuento que desarrollé en el 2007, años después se llamaría Manuelita la Turista.


Unos meses después de nacer el plan, me metí en su diseño y vi el esquema de las recientes entradas, las estadísticas me enseñó que el cuento, su narración les eran de utilidad a muchas personas,  lo leían pues el cálculo de su vista en internet aumentaba según pasaban los días. 


Algunos años después me familiarice con algunas aplicaciones de redes sociales como Twitter y Facebook, en ella me encontré al creador de los Pilares de la tierra, me hice con su correo electrónico y le mandé un mensaje felicitando por su obra maestra y sugiriendo que sería buena idea una película sobre esa historia, observando lugares de escenarios creados en su narración en España, descubiertos recientes en mi viaje a la comunidad castilla la vieja y Galicia en el poco trayecto que hice en el llamado camino del peregrino y adjunte un archivo de mi cuento, pidiéndole su opinión, a los pocos días recibí el correo del destinatario en inglés, así que mi sobrino me lo fue  traduciendo y pensamos que sería una de esa máquina automática que responde aún así lo imprimí y lo guarde.  


Un sábado,  esperando en el coche, mi apreciado " Citroen Xsara", mientras esperaba a mí pequeño hijo a que saliera de la clases de tenis, sintonice en la radio un programa de viajes y cultura de RNE,  no es un día cualquiera, que me atrapó con sus elocuencia de sabios que las cuatro horas se pasaban rapidísimas que capitaneada Pepa Fernández, recuerdo que también le hice llegar el cuento por medio del correo electrónico del programa, pero con un seudónimo remitente, razón de una cooperación en la tertulia abierta y debate sobre el turismo. 


Unos años después encontré en Facebook el perfil de la universidad popular de Cabeza del Buey, y lo volví a enviar en un archivo, me respondieron después de los pocos días preguntándome,  les gustó el cuento y si quería que entrará al concurso literario que organizaba el pueblo en la semana de la fiesta de San Miguel, pidiéndome algún que otro documento. 


Y así se lo hice llegar el consentimiento de conformidad, no hubo suerte en su competición con otros autores. Años después le di una copia del cuento a mi sobrino que estaba en la universidad y que a leerlo le gustó y a mí me llenó de orgullo al saber que lo  escribir era bueno.


 A algunas personas le gustaba, era un mérito por parte mía, yo no tenía esos dotes universitarios como los periodistas, médicos ingeniero, aventureros, con esa dote de transmitir lo hablado y escrito, que por preparación de bachillerato y  universidades de investigaciónes tienen más facilidad de crear un texto que sirva para aprender, informar o pasar un rato agradable con su lectura. 


Tuvo que llegar el 2020 cuando por otra circunstancia ajenas a mi, me obligo mi situación escoger otra profesional, mi nuevo compañero me dejó un libro biográfico de Benito Pérez Galdós " la figura del Realismo Español y Historia de Madrid en Pildoritas" escrito por él, me dejó sus volúmenes y me gustó mucho las obras, al devolverlo le hablé de mi cuento y se lo pase en un pincho de almacenamiento más conocido como un pendrive. 


Coincidimos unos días diciendo que le gustó mucho, si quieres te lo corrigió le daría otro toque para mandárselo a mí editorial, me preguntó. 

 Vale, le dije tuve que mandárselo en físico, pues no aceptaba el documento por archivo informático.


 Me costó una pasta enviarlo a Valencia, al mes siguiente me informaron que no le interesaban el proyecto, invitándome a que lo intentará con otra editorial menos conocida que me facilitasen ellos, me desilusione diciendo que no,  mientras tanto no paraba de mandarme correos electrónicos la editorial círculo rojo, que una semana ante, pedí información al caer en mis manos un libro publicado por ellos, se lo comenté a mi familia respondiendo que eso era un timo y que ni se me ocurrirá publicar un libro,  lo mandaremos nosotros en cualquier imprenta, si esque quisiera conservarlo.


 Entonces uno de esos correos de la editorial, no sé por qué, le envié la copia del cuento, para su valoración,  según la recopilación que estaba en mi blogger y como lo veían el público que accedían a ella, pensé que la valoración de una posible publicación, sería no factible, como esperaba, así pues se lo envié a ellos.


Unos días después, en marzo, el día 2 de 2021, recibí este correo electrónico, parece que esto es serio.


"Mi amiga Manuelita ha sido valorada positivamente por el Departamento de Lectura de Círculo Rojo. Una obra que cumple los requisitos para formar parte de nuestro catálogo y a la que recomendamos una corrección profesional completa (ortotipográfica+estilo) para conseguir una publicación perfecta. La corrección profesional completa no tocará el estilo del autor como tal, manteniendo su huella en todo momento, sino que se centrará en los siguientes aspectos:

Corregir los errores ortográficos y de puntuación.

Ajustar la ortografía a las normas de la RAE (2010), como el uso de mayúsculas, tildes, formación de abreviaturas, y escritura de cifras, magnitudes y sus símbolos, entre otros aspectos.

Aplicar recursos tipográficos cuando sea normativamente correcto: cursivas, comillas, negritas, versalitas, topos, numeración, etc.

Unificar criterios utilizados por el autor a nivel estilístico (como el uso de negrita, cursiva y comillas).

Eliminar los errores y las imprecisiones de vocabulario.

Corregir los errores gramaticales y ajustar el texto a las normas y a los usos asentados.

Aumentar la riqueza léxica y eliminar muletillas y vicios léxicos.

Corregir los problemas sintácticos (concordancia, correlación de tiempos verbales, régimen preposicional, etc.), y darle mayor fluidez y adecuación al texto mediante la elección de recursos sintácticos precisos y bien trabajados (conectores del discurso, oraciones subordinadas, eliminación de pleonasmos, etc.).

Estaremos encantados de acompañarle durante todo el proceso de edición. Enhorabuena y bienvenido al catálogo de Círculo Rojo." 


Siempre creí que publicar un libro, si le gustaba a los editores, los gastos correrían por parte de ellos.


 Pero no era así, yo me tenía que hacer cargo del coste de un libro de 100 páginas que era lo más económico que tenían, pero que su importe si no lo recuerdo rondaba los 600 Euros por 50 libros que tendría que hacer el pago en tres mensualidades. 



 Días después mandé otro correo con la intención de renunciar a mis beneficios de autor y económica, si ellos se hacían cargo. Meses después me enteré que era una autoedición, explicándome la diferencia con la edición.


En respuesta a otro correo con la editora ejecutiva, una amable señorita, me respondía que me esperarían a tener disponibilidad de los tres pagos, y que me mandaría el contrato, días después, fue entonces cuando me acordé  UNICEF, le daría a ellos todos los derechos o donaron el importe de los libros vendidos, si se hacían cargo ellos de su publicación. Creo que abrí la aplicación del Twitter del móvil y le envié un mensaje privado con la propuesta que les hacía,  pues que mejor dar  los beneficios a esta ONG de los niños más necesitado  de dinero, amor, estabilidad y seguridad ante el depredador más voraz del universo, el adulto sin escrúpulos.

Pero no obtuve respuesta de ellos  me ignoraron por completo, así que me aventure en esta nueva empresa, como tenía unos ahorros guardados por las propinas obtenidas en la anterior finca, y en esta otra, por el aguinaldo obtenido por los vecinos en las pasadas navidades. 


Me decidí a firmar el contrato y respetar los pagos establecidos.   Mediados de mayo, recibo una llamada de la editorial, me proponían el precio establecido cómo mínimo 12 euros y un máximo de 20, precio  venta del libro, escogí el de doce, pensé que poniendo un precio bajo, la gente  no le resultaría tan caro adquirir  un libro, y además si lo pondría más caro nadie compraría  un lector sin conocer. 


Por la exclamación que escuche detrás del auricular, sentí haberme equivocado,  días después de la entrega de los libros, Miguel un amigo me dijo que era un precio demasiado bajo para su lectura.

Recibí el pedido a principio del mes de junio del 2021, 50 ejemplares de mi libro  " Manuelita la Turista" más 50 porta páginas, que fueron entregados  con los libros vendidos dentro del círculo de amistades. 


Cuando se me terminaron los ejemplares, me acordé que los 50  porta páginas lo podía haber entregado para otros 50 posibles lectores-compradores y de esta manera se llegaría a más clientes.


 Reserve cuatro ejemplares que se lo envié a varias biblioteca, como la de cabeza del buey, arroba de los Montes, la del vaticano y la nacional de Roma, está última me escribió en unos meses  después haciéndome llegar el número de expediente de la donación, igualito que las del país de la piel de toro, que no me dieron ningún registro de la donaciones de los libros, con buena fe tengo que pensar que están en su dependencias públicas y no en ninguna librería particular. ( meses después comprobé que los libros estaban disponibles en sus dependencias).


Llamé a la editorial para que me hicieran otro 50 porta páginas, pero les dije que lo pensaría por el alto precio que me cobraban. No los encargué. Pasaron algunos meses, y un día de esos tuve que subir a la papelería del barrio, para hacer unas fotocopia, y pregunté si me podían hacer cincuentas porta páginas como la muestra que entregué, me dijeron que sí y aproveche para cambiar el sello editorial que estaba grabado en la parte superior, por "mi próxima lectura" y  me lo hicieron con un precio razonable. 


Cuando fui a retirarlo vi que habían recortado en los márgenes superiores unos centímetros achicando su longitud, llegamos a un acuerdo y en el próximo pedido salió genial de alturas. 


Y me los lleve a la casa del libro de Alcalá, preguntando si podía dejar estos porta páginas como obsequió a las personas que lo soliciten, tuve suerte que el encargo me lo recibió, alegando que eran bienvenidos y que entregarán todo lo que pudieran hacer. 


Así que subí a la papelería y encargué otros cincuenta, al retirarlo le pregunté al dependiente si podía dejar algunos en su mostrador, pues también se dedicaban a la venta de libros nuevos. Lo retire y a las 14,00 cuando salí del trabajo me fui para la calle Alcalá, entre en la casa del libro y quise dárselo a una señorita, un poco déspota, me dijo que los porta páginas lo llevaba su encargado y hasta la 17,00 no estaría en local, le dije que a esa hora no le podía ver y que se hiciera cargo ella de los separadores de hoja, pues me haría un gran favor.


 Ante la negativa,  ella,  por no hacerse cargo del encargo, alegando que se lo tenían prohibido recogerlo, me di media vuelta y salí, con mis cuarenta porta página, algunos se repartieron a personas que salían con libros del local, agradeciendo me los obsequió. 


Dentro del suburbano, me fui con dirección a Sol, allí se encontraba otra sucursal de Casa del libro, y si me lo aceptaron, dejé la mitad de ellos, la otra mitad subí hacia el FNAC y se lo entregues al encargado de la sección de libros, que no me puso ninguna pega, al revés fue muy amable con este mortal.


 Al día siguiente encargué otro cincuentas porta páginas, y lo repartiría en el transporte público, metro, Renfe y bus.


Salí de trabajar tome el camino de vuelta  hacia mi casa fui a la boca del metro, tome el primer convoy, y allí estaba sentado el primer lector enfrascado en su libro, espere a que pasará la página de su tomo, le ofrecí el regalo del porta páginas, y me dejó de piedra a responder un NO muy firme, me fui al otro departamento, mientras tanto me acordaba de D. Tomás un vecino del barrio del retiro, que me decía siempre que   cogiera  todo lo que los demás vecinos me diesen,  siempre, ganarás,  le hice caso, y me lo recalca una y otra vez cada vez que  coincidimos en el edificio. En otro apartado hablaré de él, con cariño de cómo llegó a ser un distinguido empresario, que le cambió su suerte por un golpe de azar recién llegado a Madrid, para trabajar en el Corte Inglés como vendedor y a sus clientes él, se presentaba como Tomás  nacido en el mejor pueblo del mundo. 


Al principio de la negativa del primer lector, me desanime un poco, pero se me pasó el derrotismo al controlar una señora sentada absorta en la lectura de su vademécum, y como un ave de presa fui hacia ella, le pedí perdón por la interrupción, me miró le entregué el porta páginas, le dije que era un libro que publiqué, me dio las gracias por el obsequió y me dijo que lo tendrá en cuenta para su próxima lectura, se lo agradezco y me despedí.


Al día siguiente ya en el vagón del metro en un asiento lateral se encontraba un caballero y una señora sentados con su libro, se lo ofrecí tanto al señor como a la señora, me dijeron que no, no lo aceptaron, ni me miraron. 


No insistí más, me fui hacia otra chica joven tres coches más allá, que sí le hizo mucha ilusión. 


Acordándome de José Mota de la famosa disputa con su vecino de corral, sus gallinas  entraban en su gallinero y que no regresaban a su dependencias. " Nos quedaremos en paz, " pues mira que son las que entran por la que salen" decía su avispado paisano, !pero en la vida real salen más que entran, y no vuelven! Claro que por repartir mis portas páginas no me garantiza la compra del libro, todos aquellos lectores, que alegan y propone su próxima lectura de " Manuelita la Turista" pero eso es parte de Marketing o publicidad que me está costando un pequeño sacrificio en este mundo de difusión o divulgación ante los mercados de Élite.


 Se me acabaron los porta páginas, no pensé en hacer más, hasta que en noviembre del año pasado,  Pilar, me dijo que quería el libro, ahora no lo tengo en Madrid, tengo algunos ejemplares en el pueblo, la mentí, cuando vaya te traigo uno. 


Al día siguiente encargué treinta porta páginas en la papelería, pero les dije que me lo hiciesen plastificado y eran más caros. 


Cuando los recogí por la tarde me gustaron más que los otros de cartón, dejé unos cuantos en el mostrador de la papelería, y me fui hacia la casa del libro  en  Goya, de la calle Alcalá, para encargar Manuelita la Turista, para Pilar, mientras tanto iba repartiendo mis porta páginas. 


De vuelta al trabajo, en Nuevo Ministerios, me encontré de pie, dentro  del coche del convoy una chica joven leyendo, salió en la misma estación que yo, le ofrecí el reclamo del libro, le  gustó mucho pero me dijo que ella solo saca los libros de la biblioteca pública, le dije que seguramente mi libro estaría en una de ellas. 


Pensé que la editorial mandó algún ejemplar, pero me equivoqué, me acerque a la biblioteca más cercana a mi lugar de trabajo. Al mediodía me fui con dirección al archivo de Carmen Chacón  de Madrid.  Y pregunté al encargado trasteó en la base de datos  en su ordenador y dijo que no se encontraba en ninguna  dependencia bibliotecaria de la comunidad de Madrid.


 Le pregunté qué se hace para donar un ejemplar de mi libro? Amablemente me respondió que lo entregara a cualquier biblioteca y ellos se hacían cargo, pero es mejor que lo hagas en una biblioteca más grande, la nuestra es muy pequeña, ya me di cuenta pero acogedora le dije y una sonrisa se le dibujó en sus labios. 


 Al día siguiente, tres de febrero a eso de las diez  recibo el mensaje de disponibilidad de mi libro en la librería en Goya. 


Llegan las 14,00 horas y subo la calle hacia   la boca del metro del Parque de Santa María, la línea cuatro me llevará directamente a la casa del libro. 


En media hora estoy entrando por la puerta del establecimiento visualizó a dos chicas jóvenes, una de ella, con dos libros agarrado  a su pecho va hacia la caja a pagar, voy tras ellas me situó enfrente y le entregó un porta páginas, y  bajo una planta a recoger el libro encargado por teresa, de Manuelita la Turista, al subí a la primera planta, está chica que le entregué el separador me aborda con su inquietud,  y me pregunta, porque se lo  dio, y como sabes que de llama Manuela y esta tarde salgo para un viaje de placer. 


Quise decirle que se trataba de ese karma que hablan todos. Pero no la quise espantar y le comunique que es un libro escrito por mi.


 Y me abrazó y me dió un beso diciéndome que a la vuelta de su viaje lo compraría, nos despedimos, y yo seguí repartiendo los pocos porta paginas  que me quedaban, saliendo por la puerta de la librería me llamó un caballero que le hice entrega antes de otro porta páginas y le llamó la atención mi presencia, preguntándome por mi profesión, le dejé ojear el libro mientras le respondía a sus preguntas, me devolvió el libro asegurando que lo leería, le di las gracias y los dos nos marchamos por direcciones distintas. 


Por la tarde en la papelería encargué otras 30 unidades plastificadas, antes de entrar al trabajo le entregué el libro a Teresa dedicado y firmado, semanas después cuando la pregunté por su lectura,  me dijo que bien pero lo veía un poco infantil. 


Claro le dije es un cuento, para lectores mayores de catorce años aparte que yo ya estaba en unos años que lo que pide mi mente, es  escribir, de Paz y Amor con mucho Lujo. Me dieron los 30 porta páginas, pagué y empecé a repartir a las personas que veían con libros en el metro, algunos los aceptaban con agrado y otros me rechazaban. 


Decidí no volver a encargar más portapáginas, la imprenta me subió el coste y ya estaba cansado de mendigar con los porta páginas intentando incrementar las ventas del libro. Volví a Casa del libro y encargué cuatro ejemplares de Manuelita la Turista, para las bibliotecas públicas de Miguel Hernández barrio de acogida Vallecas, Miguel Delibes de Moratalaz donde mi infancia fraguó está aventura , y la Biblioteca  de Hortaleza Huerta de la Salud, donde visitó muy a menudo y la Biblioteca Regional del Águila  que a su vez entregó uno de estos ejemplares a la biblioteca de Puerta de Toledo, Pedro Salinas.  Hoy quien no lee, es porque quiere y no por analfabetismo de época pasadas, como dice Pérez Reverte.


El día 15 de febrero me mandaron la librería el mensaje de la disponibilidad de los cuatro libros, al medio día los retire de sus depósitos y repartir algunos porta página, me quedaron tres, dos de ello, me los  quedé en mi poder, y el tercero lo repartiría, el día 16 de febrero al coger el metro y entra al vagón como si fuese la ley de Murphy, aparecieron unos sietes lectores ante mis, cinco de ellos con sus libros de papel y los dos con lo digital, tomé asiento al lado de una mujer lectora, le ofrecí el último porta página en mi poder, pues ya decidí no encargar más, lo agradezco me contestó y le comunique que era un libro escrito por mi, y seguimos leyendo, antes de llegar a su parada, sacó su móvil,  intuí que buscaría los datos del libro en Google, antes de levantarse del asiento, me deseo un buen día y me dijo que compraría mi libro, le di las gracias y también le deseé buen día a ella y este fue el último porta páginas que entregué, y no volveré a encargar de momento más porta páginas. 


Aparte echando cuenta me gasté un dinero que jamás lo recuperé y nadie me aseguraba que adquirieron el libro. Creo que repartir unas 300 unidades y ya era hora de descansar, aparte ya me había hecho un hueco en la inmortalidad, como decía Horacio, " creo que no moriré del todo" con el libro y con Alexa, quien me reconoció mi nombre como un bloguero que escribe en el blog de "El País de la Piel de Toro". Algunos meses después viendo en las aplicaciones de Amazon y Casa de Libro, dejaron algunos lectores sus buenas recomendaciones al libro "Manuelita la Turista" muchas gracias por vuestra cooperación.


Enrique Manuel Hidalgo (manuelitalaturista@hotmail.com ) para El País de la Piel de Toro.

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