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sábado, 12 de diciembre de 2015

La siembra

El País de la Piel de Toro




Preparando la tierra para labrarla 
                                                                               





Madrid 14 de  Diciembre 2007.

                                                                              



Aprieto firme mi mano, hundo mi arado en la tierra, hace años que llevo en ella, como no estaré agotado, mi sudor hace surcos y yo hago surcos  a la tierra sin parar, vuelan mariposas, cantan grillos, la piel se me pone negra y el sol brilla brilla, etc.


Estimados amigos:

Me gustaría, dedicar esta canción, si llegáis a encontrarla, a todos los labradores, de  cada rincón,  de este, mundo. Si he dicho bien, gracias a radio televisión, o otros medios de comunicación como es internet, gracias a estos medios, no hay fronteras que el ser humano, pueda acotar, y se la dedico a ellos, y ha todos aquellos, que  todos los días se levantan, clamando al cielo el pan nuestro.

Diferentes herramientas antiguas de labranza, se aprecia, el arado romano, el trillo los yugos de los bueyes y mulas.


Pues gracias a ellos, hoy en día la humanidad siguen mirando y  clamando las buenas cosechas, que hombres y mujeres, luchan día a día, como anteriores, a estos, lucharon sus antepasados con cualquier fenomeno meteorológico.


Sin,  ellos, la agricultura, no hubiese  empujado hacia delante a la ganadería, sin ella, el comercio,  estaría dormido, la construcción olvidada, la industria, paralizada, y la siderometalúrgica, pasada de moda. y todas las ciencias, sin cultivar.        

Si, a vosotros, a todos, los que de sol a sol, os dejáis que vuestro sudor, corra en  cuerpos fatigados, produciendo surcos en vuestras almas.

Si, a ustedes, que no renunciáis a vuestros orígenes, si, a vosotros, que sacian el hambre,  por torpeza de la nuestra, no  todas, como deseas, no es culpa vuestra, si no por otros intereses.


Si, a vosotros, que día a día, año  tras año, pedís, al Rey de los Cielos, agua ha su debido tiempo, viento templado y cálido, nieve, copiosa, el granizo que no se deje ver, las heladas breves y el Rocío,  oh, el Rocío, siempre ese siempre.



yo,  no tengo vuestro oficio, pero sé antemano, cómo se comporta la hostilidad, en vuestros rostros y vuestros enemigos, no os dejan una buena reconciliación, con la tierra que labraís.

Hasta la Próxima siembra del tocino.( diciembre, enero)

Gracias,  Siempre.     

                    elpaisdelapieldeltoro@hotmail.com