Cuarto Milenio

El País de la Piel de Toro

   

No muere lo que se entierra, sino lo que se olvida.

La Nave del Misterio.             

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                                     Madrid 5 de enero 2019

Estimados Caballeros:

     Me llamo Enrique, me animo a contarle mi experiencia  relacionada a su programa emitido con fecha 30 de diciembre de 2018. Tuvimos suerte de verlo, pues normalmente empieza a partir de las 11, y por madrugar, nos lo perdemos alguna que otra vez.

La verdad sea dicha el tema de la parapsicología y ufología, me excitaba en otra épocas, llegando a tener colecciones de espacio tiempo y del más allá.

Por miedos y otras cosas extrañas que me pasaban, lo deje pasar a un segundo plano. Hasta que el domingo, el testimonio valiente de una mujer que aseguro ver a su vecino, ya fallecido, me animo a coger papel y lápiz.

Ese año 2006, escribí al papa Benedicto XVI,  dándole la nueva, nueva. Como creyente, todas las noches  rezaba comunicando al supremo mi inquietud, y dándole las gracias por mi existencia en este Mundo, pidiéndoles cosa casi imposible, tan solo un Milagro.

Deje de orar, por miedo, me pasaba muy a menudo, raros sueños tan reales que me despertaba gritando, fue el año pasado cuando me puso mi hijo el YouTube, Parálisis del Sueños, y pude comprender que era exactos a mi pesadillas.

Fue ese año 13 de abril del 2006, Jueves Santo, mi cuñado callo mortalmente, por una corta enfermedad que el 13 de abril del 2005, le diagnosticaron, y yo le pedía a Dios, su recuperación diariamente en Oración, solo un milagro, su curación. Le enterramos en un Pueblo de la provincia de Ciudad Real.

Hasta aquí todo normal, hasta el puente  del dos de Mayo, ese año el uno  y el dos calló en jueves y viernes, aprovechamos para poner unas rejas en sendas ventanas de la casa campera, que mi cuñado fallecido en cargo a los albañiles hacerlas en la cerca, una pequeña parcela a las afueras de la villa, ya atardecido nos recogimos, pasando por una calle principal, mi otro cuñado me señalo otra casa, donde vivía José el cojo, llamado así por faltarse una pierna.  

Pues el tema principal de la jornada de los dos, era referente a José Luis, el otro cuñado fallecido, como iba diciendo al pasar por el domicilio del cojo, mi otro cuñado hizo referencia a la muerte de él.

Cuando le dije a mi cuñado, que casi seguro le vi los días anteriores, venia directo hacia mí, y que tuve que entrar en la vivienda, porque me llamaban  y al salir minutos después ya no estaba.

Mi cuñado extrañado me miro, como diciendo que era algo imposible, pues él se fue del pueblo con el hermano y ya no regreso.  Desde entonces no he dejado de pensar en lo ocurrido en el 2006.

Quizás fuera un engaño de mi mente, o creí ver  lo que deseaba, pues le tenía aprecio al cojo, un valiente mutilado en un mundo dirigido por el Mal y la envidia.

En el 2010, en un escáner, me salió, que desde mi infancia debajo de mi cerebelo, que me afecta al equilibrio, se visualizaba un quiste, que creció, conforme a mi crecimiento, tal vez ese era el causante a lo que percibí ese 2006, me lo imagine. Echándole la culpa al nódulo, de la sensación de ver representado una escena no real.

Pero yo sí creo que en un momento dado una persona puede ver duende o espíritus materializados a lo largo de la vida, sin que él se dé cuenta. Infinidad de veces mi padre me contaba. Que se le aparecía mi abuelo.

Con el miedo infantil, su madre se acostaba con él la habitación, del hogar, con paredes de medio metro, nadie le hacía caso, creían que era cosa de niño, hasta que una  vez, grito fuerte para despertar a la abuela, a esfumarse el ente dejo caer una caja de gusanos de seda que estaba en el alfeizar interior de la ventana.

Entonces su madre le creyó, el mensaje que le dio su padre de los importantes papeles para cobrar la viudez, estaban en la maleta de la casa del guardagujas, el me decía que siempre se mostraba en forma de un gato. Teniendo mi difunto Padre un cariño  y mano especial hacia todos los animales.

En el 2009, con el fallecimiento de mi progenitor, en el velatorio un conocido suyo, al darme el pésame, me comento sí estuvo en la semana del 27 de septiembre, feria local del pueblo, pues creía haberle visto en municipio. Le conteste que no, en esa fecha estaba en Madrid, en el hospital.

Somos Hijos de la Muerte, es ella la que tiene la potestad y el poder de manifestar las ánimas en cualquier dimensión del cosmos, la parca nos tiene a  su merced engañándonos y no comprender sus bromas.

Creo que no me dejo nada referente a la relación de este día, en su programa. No puedo demostrarlos como las matemática u otras ciencias, ¿quién me creería, si no soy científico ni erudito en el saber? Tan solo como gran observador dejarlo escrito, son ustedes lo que sabrán valorar este documento.

Pero creo que cientos de persona le ocurren cosas algo fuera de lo normal, siendo  las mayorías de ella atacadas  y perseguidas, para desmoralizaras, pisoteadas ante esta humanidad, de esta manera descalificarlas, en esta sociedad maléfica, engañosa y destructora de ciertas experiencias.

Soy consciente  del fraude  a grandes escalas en estas materias, pero para eso están ustedes los investigadores en cosas paranormales, calificar como engaño a los falsos profetas.

Ya sé lo que se entierra  no puede resucitar, a no ser que fuera hijo del mismo Dios, pero eso no quita que se le pueda olvidar, ya que un ejemplo lo tenemos  con la resurrección de Lázaro o del mismo Jesucristo, después de muerto se dejó ver.

Me llama mucho la atención como se hará la resurrección de los Muertos en el juicio final que las religiones predican, ¿o ya está pasando?

Espero que este manuscrito les sirva a ustedes como tema de

 tertulia.

                            Un saludo Enrique Hidalgo para El País de la Piel del Toro