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jueves, 15 de julio de 2021

La Rueda

El País de la Piel de Toro




                                   El Pinchazo

25/7/2019, 1.306 palabras

Hoy  martes día 24/7/2019, se saca el automóvil del garaje dirección  a Moratalaz, a medio camino, el ordenador de abordo que lleva el vehículo, me avisa de perdida de aire en la rueda delantera izquierda.

Cuando puedo me aparto de la calzada, entro en una calle  contigua a la que llevo de la dirección, señalizo la maniobra, intermiten derecho, cuando estoy fuera de la vía  paro el coche, del maletero saco la bomba de aire de pie, unos años atrás la adquirir, en un centro comercial a bajo precio. 

Desde el mes de agosto del año 2019, tuve otro pinchazo, planteando en cómprala. La rueda se encontraba a 1,92 kilogramos de presión, teniéndola su medida de aire, a 2,40. Introduzco en la válvula de la rueda la goma, con el pedal, presiono el pie a intervalo, llenando el aire y revisando las tres ruedas. Continuo la marcha, de vuelta en la cochera, veinte minutos después. Dejo el automóvil en la plaza correspondiente, saliendo por la puerta andando, con dirección hacia el autobús.
tornillo sacado de la rueda

 El lunes 23 tuvo que haber sido, al pasar por algún sitio el tornillo incrustado en el neumático, supongo que fue así, por no pensar mal, el recorrido fue poco, del garaje al barrio Santa Eugenía, y Moratalaz apenas cuatro kilómetros. El miércoles día 25, vuelvo a sacar el coche del garaje, para ir a la calle Manuel Becerra, pero nada más sacar el vehículo, la pantalla del salpicadero me avisa, presión baja rueda izquierda delantera. 

Doy la vuelta y meto en el parking, hasta las dos y media de la tarde, sacándolo otra vez poniendo rumbo  al centro comercial más cercano, a mi domicilio, con la intención de que me arreglen el pinchazo de la rueda. El operario encargado en el área del taller, extrae la llanta del disco del eje, con la intención de arreglar el posible pinchazo, por la medida y la zona que se produzco el impacto, no tiene las herramientas adecuada para su arreglo, mandándome a otro taller que abriría el 31 de julio, por estar de vacaciones, sitio en la calle Arroyo del Olivar

Tanto tiempo no puedo esperar con la rueda en ese estado, pues la de repuesto es otro tipo de rueda, llamada la de galle-tita,  más fina y no aguantaría tanto tiempo en sustitución de la original. Pongo rumbo al Polígono Industrial de Vallecas, en Recauchutado Córdoba,  por estas mismas fechas dos años atrás, también me solucionaron el problema, de unas rueda. Las malas lenguas, decían que estos tipos de negocios, llenaban las vías, soltándolas de clavo o tornillos, recordando mi mente al escuchar, la conversación de dos operarios, al quitar la rueda pinchada. 

Presentándome a la 15,15 de la tarde, aproximadamente, el encargado  me dijo que tardaría en atenderme unos cuarenta minutos. Decido ir a casa por estar a menos de cinco kilómetros, almuerzo rápido y a las 16,00 horas salgo para el taller, doy la vez, pero veo la parsimonia de los operarios alargando el tiempo de espera en varios clientes, y a las 17,00, cojo el auto, llevándomelo. Bajando la Avda. de Entrevía,  me acuerdo que en la zona de Pacifico, en la calle Granada, tengo otro taller de reparación de pinchazos. 

Llegó rápido a esa hora no hay mucho tráfico, el trato es amable y cordial no como en el Polígono, me atienden rápido, el encargado me toma el nombre, dirección, teléfono, abriendo una nueva ficha, en la inscripción para su ficheros de clientes, diciéndome que en una hora tendrá el  neumático preparado. A las 18,30  retiro el automóvil, pagando el importe de 20,58 euros en factura, pidiendo la prueba la causante de la punción,

 el tornillo o clavo, preguntando si este accidente, habría sido intencionado con las malas intenciones  o fortuito, el delegado me respondió que siendo donde se encontraba, lo más razonable, es que estuviese en la calzada y al pisar la  rueda, se clavó y según va rodando, se va más metiendo en la goma. Eso mismo me dijo el apoderado del centro comercial,  echando la culpa al Ayuntamiento de Madrid, por no limpiar el asfaltado de las calles, teniéndola sucias y llenas de tornillos.

 ¿Qué van a decirme?, pero yo no comulgo mucho con estas casualidades o no, el año pasado por estas fechas, antes  de irme de vacaciones; también me sacaron otro tornillo de la rueda trasera izquierda, al reclamar el clavo el operario me dijo que lo tiro a la basura, con este pinchazo llevo dos, en este vehículo nuevo, en los Meses de Julio de este año  y del mes de Agosto del año pasado, y ya tanta casualidad no me lo creo, en tampoco kilómetros en Madrid capital.   

Me viene a la memoria otro pinchazo, este era del Citroën y también fue el lunes cuando  Salí del garaje, después de un fin de semana sin cogerlo, en el año 2010, donde lo arreglaron en el polígono industrial de Vallecas, me pareció escuchar al encargado algo de entregar  a la Policía, las ruedas no pregunte, pues di por zanjado que pudiera referirse a otro cliente.

 En esta vez con el Sara, se me cambio las dos cubiertas, por estar los dibujos desgastado, volviendo otra vez, al escuchar un toqueteo, y no desaparecer el ruido, me cambió dos barras estabilizadoras, echando al causante la culpa de las rotulas de plásticos  rotas, pero seguía haciendo el mismo ruido. Llevándome el auto al mecánico de confianza, se fijó en un saliente, un picotazo, en el capo azul metalizado, 

al decirle que pudiera ser un chinato, producido por el desplazamiento de algún camión, este insistió diciendo que, la punzada era desde dentro hacia fuera, y no de afuera hacia dentro como le insinuaba. Así que dio con el causante del ruido, era unas gomas macizas que van en los soportes del motor, sujetándola a la carrocería, estaban picadas como si las hubieran querido  pellizcar con algún alicate. 

  Se arregló el desperfecto, al recoger el automóvil, saliendo en una curva de la calle, escuche un fuerte golpe, tropezando una de la rueda con algo, pare inmediato el vehículo, encontrándome en el suelo, uno alicates de puntas, recogiéndolo, pensando que sería del mecánico, en casa contemple la herramienta, faltándose un trozo de punta, el mismo tamaño que el picotazo del capo. Como si fuera una película, mis ojos vieron, 

o mi imaginación me traslado a los hechos ocurridos, la correspondiente manipulación del motor, tocaría con algo arrancándolo con fuerza, la punta proyectándola hacia el interior del capo al no poder salir al exterior, se quedó impactada en la chapa, bueno eso era mi imaginación, pero creo recordar entre los años 2004/05, me están pasando cosa fuera de lo normal o extrañas, por eso es mi desconfianza. 
alicate en forma de punta 

No sé si es fruto de mi cabeza, pero lo cierto alguna que otra vez investigo, me sale a reducir esta  conjetura y desconfianza en otras personas ajenas, pero no tengo ni una sola prueba de demostrar la suspicacia a la que estoy sometido. Solo que dejo constancia de presagio en mi centro de salud, donde me llevan tratándome por mi melancolía decaimiento, a partir de esos años por una gran depresión producida tal vez, por no haber denunciado a mi anterior empresa, el acoso laboral y civil al que he sido sometido injustamente y perseguido. 

¿Con que fin? Me preguntado una y otra vez, ¿que hice de mal?, ¿a quién le pisado el callo?, esta y más pregunta resuena en mi cabeza. Tal vez busquen un cabeza de turco y no me queda más prueba que la locura. Pero no soy nadie, no tengo nada que alguien pueda querer, eso creo. Solo mi forma de ser, soy una simple gota de agua en este profundo océano del mal.



Enrique Hidalgo para el País de la Piel del Toro.


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