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martes, 1 de noviembre de 2022

El Bolso

El País de la Piel de Toro   






 

El bolso

 

Madrid  16/9/2021

 

Una mañana de primavera me le del año  de pandemia 2021  me levanté afónico, transcurrió el día  y la falta de voz no se iba.

Al día siguiente me intercambie Los palabras con un compañero, según iba hablando con el tono correspondiente y a mistad del párrafo notaba como la sintonía del tono de mi voz se apagaba, se iba bajando de volumen hasta llegar a un siseo.

No le di mucha importancia, lo achacaba a un enfriamiento o principio de constipado. Mi Mujer me pregunto en lo días posteriores a mi mal.

No sé qué me ha pasado, pero desde que me vacunaron de la segunda dócil,  padezco está falta de voz.

Llegó las vacaciones de verano  y el cambio brusco de mi voz no desaparecía, cada vez notaba más mi falta de mudez.

Una tarde noche preparando una barbacoa en el patio de la casa, un familiar, enfermera de un conocido hospital Madrileño, me dijo que esa falta de voz, me la tenía que tratar el médico de cabecera o familiar, y así lo hice a la mañana siguiente, solicite cita para el Galeno, después de exponerle el caso me derivó al especialista, otorrinolaringología para el 16 de septiembre 2021 a las 15,30 .

Cuando llegue a la sala de espera del ambulatorio, me la encontré casi vacía de pacientes, me llamó la atención que enfrente de la puerta de la consulta, estaban sentadas dos mujeres, una anciana con andador y una chica joven de 16 a 18 años hablando entre ellas

Yo, me senté en los bancos detrás de ella, para visualizar mejor la pantalla de los números de orden, y la puerta de acceso de la consulta del doctor. A los diez minutos sonó un nuevo aviso en pantalla, las dos mujeres se levantaron y fueron a la consulta correspondiente a los avisos, desapareciendo de tras de la puerta al cerrarse.

Unos cinco minutos después me levanté para ocupar el asiento de las dos mujeres llamadas al despacho correspondiente, desde ese lugar tenía mejor vista a la pantalla, estaba más cerca.

Al levantarme de mi banco hacia ese lugar, me encontré con un bolso  de piel curtida mediano con una tira de cuero larga para colgar en cualquier hombro.

Deducir que la faltriquera perteneciera alguna de las dos mujeres, que se encontraba sentada diez minutos antes de que saliera su número en la pantalla.

Dudé, no sabía que hacer con la cartera, si esperar a que saliera tras el consultorio o entrar en el despacho correspondiente.

Tome la segunda opción, por si me tocará mi turno en el momento de entregar el objeto olvidado.

Al final me levanté, fui hacia la puerta de la sala, donde se encontraba las mujeres llamé con varios toque con los nudillos de los dedos y abrí el Portillo, sentada estaba la chica joven con cara de asombro,  sentada en la camilla la anciana mujer y de pie el facultativo, anonadadas por desconocer mis intenciones.

Es suyo este bolso, pregunte, sí, me dijo que es  de mi  abuela dibujando una sonrisa de agradecimiento en su rostro y dando me la gracia por ello, pues tenía las llaves y los documentos dentro de la bolsa.

Cuando salí, a los dos minutos me llamaron a consultar, me metieron un cable con cámara por la boca, para examinar por dentro mi muda voz.

Citándome para otra nueva exploración en el hospital correspondiente en enero 2022, pues veía un pólipo sésil en la cuerda vocal izquierda.

Necesitará cirugía, pues es el único tratamiento para que no vuelva aparecer la afonía.

Llegó el mes de la cita me hicieron  una estroboscópica, vieron mejor el gran pólipo, la doctora nos mostró a imagen real mi garganta en su ordenador mostrándome las cuerdas vocales al tratarse la carnosidad en la parte inferior de la cuerda vocal, el tumor benigno, me insistió varias veces, impide el cierre glótico completo de las cuerdas vocales.

Volviéndome a citar en unos meses después para ver su evolución.

 

 

 

Enrique M. Hidalgo para el País de la Piel de Toro

 

 



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