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domingo, 15 de enero de 2023

Carbón Dulce

El País de la Piel de Toro



Madrid 22/3/2022

         El carbón

 

En septiembre del 2021, se mudaron  al edificio dos  mujeres, primas en parentesco familiar y dos niños de siete y diez años procedente del Brasil. Por  motivos laborales una de ella trabaja en una multinacional catalana con sede en Madrid. Por eso la zona les vino fenomenal. Una de las mujeres que se quedaban al cuidado de los niños hizo rápidamente amistad con migo, la verdad me cuesta entenderla en su idioma, pero al final ella, lo que quería era platicar el español me decía ella, que entendía pero no sabía el significado de las palabras, así que cuando tenía alguna duda, salía al Hall y chapureaba la palabra y yo, se lo  explicaba  se lo daba a entender, pasado dos semana en el colegio público de la calle contigua, admitieron a los niños, la niña es una esponja con el castellano. Se adaptaron muy bien la familia en un País tan lejano del suyo aunque su idioma, no sea tan diferente al nuestro  primo hermano del portugués, su base el viejo latín, por eso algunas palabras son muy parecidas, cambia el acento, y algunas con  significado distintos. Dos mes  después de entrar en el edificio vieron sus primeras Navidades en España. Puse el árbol, y  el nacimiento en el suelo,  debajo de una pequeño y alto soporte macetero de mármol, disimulando una cueva y que en la comunidad está como objetivo decorativo. Al venir los chicos y su tía del colegio y al estar el Belén  iluminado, los niños se pararon frente al misterio y pasaron varios minutos hasta que su tutora reclamo su atención desapareciendo tras la puerta de su morada. Al día siguiente un adorno navideño colgaba de su puerta exterior. El día después de Reyes, se abrió la puerta y salieron los niños con un presente mientras la madre se quedó observando, me entregaron una pequeña cajita envuelta en papel regalo y un saquito de Carbón dulce, que agradecí con un fuerte abrazo a los niños, preguntándome la madre si era acertado el regalo que los Reyes Magos dejaron en su casa. Claro que sí dije, el saquito de azúcar negro me recordó a mi niñez cuando me lo dejaban en los zapatos sus Majestades, y quise contarle la anécdota que viví, con mi hijo cuando tenía la misma edad que ellos, la misma que ahora tenía Julia, la pequeña niña.  El día seis de enero de hace 20 años, cuando la noche anterior a la venida de los Reyes. Sus Majestades le dejaron a mi hijo en su zapato un saquito de Carbón dulce, y  a la mañana siguiente me lo encontré el saquito dentro de unos de mi zapatos que se dejaron debajo del Árbol de Navidad, como marca la tradición. Ese mismo año aprendió a leer nuestro hijo y claro no le cuadraba lo del carbón. Pero creo que no sería buena idea comentarlos a sus mayores, por si no entendieran el significado y se hicieran un lío al comentar el chascarrillo. Por la tarde lo enseñe en casa y salió a reducir el cuento y nos reímos, nuestro hijos a su 28 años, no le cuadraba el echo que los Reyes le dejarán carbón por eso lo cambio de zapatos creyendo que me la dejaban a mi,  quiénes eran ellos para decidir el dejar un regalo que no pidió y le daban carbón, cuando era un niño estudioso y con buenos sentimientos. Le dimos la razón poco niños eran como el,  buena persona y responsable, todo echo universitario terminada la carrera técnica. En febrero la tía de los muchachos me dijo que era el cumpleaños de Julia, y la felicité por su octavo aniversario y salieron los cuatros miembros familiares a la calle con una gran tarta y otros alimentos. A la  mañana siguiente Daniela la tía de los pequeños, me entrego dos táper, dentro de ellos un trozo de tarta y otro con cuatro unidades que yo le llame cocretas, me dijo que era muy apreciado en Brasil se lo agradecí por el detalle y respondiendo obrigado, gracias en su idioma. Daniela al día siguiente me dijo que estaba contenta pues en la biblioteca de lado de casa, se había apuntado a un curso de hablar español, lo que necesita es practicar con las palabras, le dije que los libros le vendría bien, ella me dijo que aquí se lee mucho en papel, mientras en su país es todo la lectura por internet, allí no hay tanto papel y es muy caro. Dos semanas después en un banco del parque encima de las tablas se encontraba seis libros infantiles a partir de diez años como pude comprobar, por la tarde llame y se lo entregue para que lo leyeran los niños. Una semana después me encontraré su puerta abierta, estuve esperando estaban hablando pero como tardaban, llame al timbré para comunicarles que la puerta estaba abierta, salió   Julia  y me dio un abrazo luego salió Daniela con el niño, diciendo que estaban leyendo un libro que yo entregué y estaban muy concentrado en su lectura. Y todo esto fue a consecuencia del Carbón dulces.

 

 

Enrique Manuel Hidalgo para el País de la Piel de Toro.


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