Madrid 7/6/2023
Palabras 562.
Sería el año de Nuestro Señor de 2019, una mañana de un día soleado y caluroso del mes de julio, cuando me llamó la atención una bolsa de la compra, qué se encontraba sobre la mesa de un pequeño parqué de ocio y paseo del barrio de Hortaleza. Me acerqué a ella, estaban llenas de libros, saque uno a uno los manuscritos del interior de la talega. Leyendo los títulos, uno de ellos me llamó la atención y me trasladó a los años de mi niñez, entre los nueve o diez años. Se llamaba El Decamerón. Cincuenta años ante, estamos jugando en la calle de un reciente polígono del nuevo barrio de Moratalaz, estábamos todos los niños mayores y pequeños en el recinto del arenero, cuando vimos a Emilio acercarse hacia nosotros, para encontrarse con Juan y Antonio, chicos mayores que yo, rondaría los diez y seis o diez y ocho años recien cumplidos, al preguntarles Juan y Antonio algo, Emilio contestó y pude escuchar claramente el nombre de El Decamerón, Cuando quise preguntar, ellos cambiaron de tema y se fueron del perímetro arbolado. Cincuenta años después este libro lo estaba contemplando, me lo llevé para leerlo, y así, saber qué misterio guardaba sus hojas, lo busque En San Google, desde mi teléfono móvil, mostrándome en el buscador la información del ejemplar y la película, se estrenó en cine en la década de los setenta del pasado siglo. Lo baje el tomo, a mí cuarto de trabajo, depositándolo en la repisa de una estantería, con la intención de leerlo, debo de reconocer que el volumen lo cogí varía veces con la intención de leerlo, pero con la información que me facilitó la computadora, me echaba más de una vez atra. Hasta que por fin me decidí, este diez y ocho de Mayo del 2023, leyendo el prólogo me enteré de la trama de su texto, aprendí que el título era escogido por el autor. Su traducción en Griego, significaba Diez Días. Cien narraciones o cuentos medievales escritas a lo largo de diez jornadas. !Que la creación literaria!, empieza el año de 1348, en Florencia Medieval del siglo XIV, obsoleta. El razonamiento y reflexión de las nuevas ideas del Renacimiento con el propósito de causar impresión y pasatiempo de unos jóvenes que salen de su ciudad, cercada por la Peste Bubónica, que asoló gran parte de Europa, afectando también a su País. Y lo que da motivo a un grupo de jóvenes Florentinos de ambos sexo a marcharse de la plaga y refugiarse en una villa a las afueras de la Ciudad. Y para pasar las duras noches de exilio, inventan cuentos o narraciones para entretenerse en esos Diez Días que dura su cuarentena, concepto de que pasará la pestilencia de su Florencia y poder volver a sus hogares de origen. Estos textos fueron prohibidos allá por el Siglo XVI, (1559) por atentar a las buenas costumbres. Y a mí que las costumbres me da igual, hoy día seis de Junio (66) casi el número de la Bestia, del dos mil veintitrés lo leí y me gusto mucho y aprendí lo que la picaresca en las personas con más conocimiento cultural pueden hacer mucho daño a otras inferiores de sabiduría. Ya me lo decía mi Padre " El hábito no hace al Monje"