Modelo General de Ray Ban obsequio obtenido por la firma en 1987, cuando la marca hizo 50 años en el mercado. |
Madrid--5--5--2014
Siempre
tendré presente, el acontecimiento o la anécdota que viví, con un
modelo de gafas de sol la marca.
Ray-Ban. En tiempos de mi primera empresa, Coptifa. Una excelente marca de gafa de sol, hasta que los americanos la vendieron a los italianos. Allá por los años noventa del siglo pasado.
Ray-Ban. En tiempos de mi primera empresa, Coptifa. Una excelente marca de gafa de sol, hasta que los americanos la vendieron a los italianos. Allá por los años noventa del siglo pasado.
En
esos mismo años una óptica mandó para reparar, o bien para soldar
el puente, de un modelo antiguo descatalogado de la marca Ray-Ban,
comunidad andaluza la enviaba, el remitente de una óptica de Huelva.
En
el transcurso del envió una vez reparada, correos extravío el
paquete donde se encontraba dicha gafa, haciéndonos responsable el
cliente de la óptica, una y otra vez llamaba el cliente, preguntando
por el jefe del Taller, este se lo pasó al director técnico.
El muerto,( se lo quitaron ambos dos, pasándoselo al jefe del almacén, este, me lo traspasó a mi, responsable de la marca en la empresa y suministrador de ella, hacia los clientes). salpicandome de lleno, el cliente de dicha gafa, en un tira y afloja estuvo más de dos meses, reclamando, su gafa, no llegando a un acuerdo, con la posible indemnización, abonar el importe de la gafa.
Después
de varios días conversando con el jefe del almacén de Bausch Lomb división Ray-Ban; me suministraron desde otro lugar de Europa, el
mismo modelo, pero distinto color, color negro, el del cliente era
habana.
Una
vez recibida la otra gafa, el cliente R con R, quería la suya,
aunque estuviese con el baño comido, del sudor y se notara la soldadura, oxidadas
las charnela por los años, eso me lo dio a entender el óptico, que
yo, no me lo creí.
(
A finales del los años ochenta del pasado siglo, cuando te robaban
las Ray-Ban por cualquier descuido, sobre todo las mujeres que las
llevaban a estilo peineta, que desde una moto o corriendo el
delincuente, por medio de un tirón se hacían con ellas).
Cada
semana el cliente preguntaba por el director técnico, para llorarle
y contarle la misma milonga y poder sacar algo más, después me lo
pasaban a mi. Hasta que un día, muy educadamente dije a este
cliente.
Que
no había en el mundo nada material o regalo con tanto cariño, como
la vida de un ser humano. Que ya, que se le había conseguido, un
modelo nuevo, que se dijera a su cliente, de parte mía, de una noche de
parranda, o de juerga que se lo olvidarse la gafas, en el capó del
coche, como le pasó a un amigo mio días anteriores con la misma marca y recién
compradas.
Parece
ser que el diálogo serbio para algo, el cliente ya no nos llamó más.
Mis compañeros quisieron saber cómo lo hice, a lo cual respondí
secreto profesional. Hoy primer domingo de Mayo, día de la Madre,
escribo estas líneas a recordarme mi hijo, que regaló una gafa Ray-ban, a su
madre hoy.
Si
esta, ¿se perdiera, se rompieran o se las quitaran?, les tranquilizaría, diciéndoles que hoy en día, podemos comprar otras
más modernas, que el regalo más valioso, más que una Marca, es
seguir celebrando y disfrutando cada año de este día tan especial,
como es el día de la Madre
Ray Ban una marca mundialmente conocida.
Enrique Hidalgo Naharro para El País de la Piel del Toro
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