Madrid
13 de enero 2022
Palabras
2.786
Todo
empezó el mediodía 10 de enero, con la subida de una fotografía que realice el
pasado fin de semana, en la superficie comercial de Alcampo. En el pasillo
correspondiente de menajes del hogar, en una esquina se encontraba un carro,
lleno de productos para su reposición en estanterías o mercancía retirada de la
exposición.
En
la parte frontal del carro de plástico, pegado o cosido un cartel con letra de
cabecera la palabra en mayúscula: OVINIS y de bajo de ella centrada menajes del
hogar.
Me
hizo gracia la situación, saque el móvil
del bolsillo Active la cámara inmortalice el encuentro, ante la negatividad de
mi compañera, que no hice caso de su comentario.
Ya
en casa busque el Twitter de Álvaro Martín, un investigador de fenómenos
paranormales y presentador del espacio en Onda Madrid en la sección de Madrid misterioso y se la
mandé.
A
los pocos minutos la aplicación sonó con el respectivo aviso de que alguien le
dio me gusta, a la fotografía, era El y otras tres personas amantes de la ufología.
Quedaban
cuatro horas para que llegará la 11 de la noche del día posterior, después de
cenar y asearse vemos la tele ajeno del fatídico encuentro con la Parálisis del sueño, material que descubrir gracias a mi hijo, que nos dio las explicaciones anormales, que me viene ocurriendo desde 1983/84,
a raíz de hacer el servicio Militar en Málaga en el antiguo edificio que
albergó un monasterio o convento desde la época de los Reyes Católicos.
Nuestro
destacamento era un cuarto de unos 25 metros cuadrado, con dos literas y una
cama individual, en la pared del oeste, a un metro y medio del suelo se abría
una gran ventana de madera de doble hoja de más de tres metro de alta que daba
a un amplio jardín no muy transitado y mal cuidado con viejos y alto abetos y
pinos, terminando el cierre, el tragaluz en círculo.
En
la pared norte el tabique o el muro dividía
un pequeño habitáculo cuadrado de pequeño techo abovedado, como si
hubiese sido en la antigüedad parte de la cripta de la iglesia del recinto.
Seria
primavera o verano, cuando una lechuza o búho, se instaló en una alta rama de
un árbol, ululando casi toda la noche creo que estuvo varias noche.
Pues
una de esa noche eché en falta su cantón de ultratumba, nos fuimos a la cama,
los más veterano teníamos la cama baja de la litera, cuando de pronto no escuche el ulular del animal callándose a los
pocos minutos, en ese mismo segundo, se abrió las dos hojas del gran ventanal y
un aire huracanado entró por la fisura abierta de par en par de las hojas, levantándome del somier, y agazapándome con la colchoneta arrinconándome por la fuerza del viento, contra la pared y
sujetándola con ambas manos la colchoneta frenando la resistencia de la
ventisca en los pocos segundos o minutos que duró este vendaval, llegó la calma
en el momento que el animal dejó de
emitir su siniestro sonido, se cerró las ventana, me desperté mire alrededor
para ver cómo estaban mis compañeros imaginando todo tirados en el suelo.
Pero
no fue como yo lo esperaba, estaban todos durmiendo como si fuera una noche
más, como no hubiese pasado nada. Me costó dormirme pensando que me había
pasado, creo que fue aparrtir de esa noche, me empezó a pasar cosas
raras casi siempre de madrugada en el sueño.
Me saque el carnet de conducir, cuando cogía
el coche, intuía una presencia al lado, sentada en el asiento del copiloto, lo
achaque a problemas mentales o figuraciones de la cabeza.
Ya
licenciado del servicio militar una noche de aquel verano me acosté, me despertó una presión en el cuello con
síntomas de asfixia, una mano siniestra me estaba apretando el cuello con la
intención de estrangularme, la única mano que me respondió fue la izquierda, a
la que cogió con fuerza la derecha arrancandola de mi cuello.
Cuando
por fin arrebato la mano, me di cuenta que era la mano derecha quien estaba
aferrada a mi cuello, pero estaba
dormida con una especie de hormigueo recorría la mano hinchada, tarde varios
minutos en que me respondiera la extremidad derecha.
Esa noche
también me dio por pensar, ya me estaba rodando la idea de una posible magia
negra o entidades maligna, ya que siempre me inquietaba estos temas de
brujería.
Quizá
sería el alto alcohol que bebía por esa fecha ya que nunca tome droga, un
porro para probar, que me dieron los amigos,
gracias a mi ser, no me aficione a ellos.
Pasaron
algún que otro acontecimiento terrorífico durante las noches posteriores al
año, cuando me estaba ocurriendo la parálisis total del cuerpo, busque una
fórmula para despertarme, conscientemente me refugie en la religión, empecé a
rezar el Padre Nuestro, que antes de terminar la oración mi cuerpo se liberaba de
aquellas cadenas que estaba atadas a mi cuerpo sin movilidad alguna .
Años
después sobre 1986/87 creo recordar una sobremesa de un día de calor, no
recuerdo el mes pero creo que sería entre Mayo y Julio. Llegué de trabajar comí
rápido y me fui a la habitación para dormir una pequeña siesta, pues estaba
cansado y mis párpados me pesaban, me eché en la cama e intentar relajarme para
descansar, antes de cerar los ojos, vi un enorme y gordo dedo que salía de la marrón
puerta de la habitación cerrada con una
considerable velocidad hacia mí, el impacto fue tal que mi barriga se quejó al sentí el dolor por la colisión me hizo doblarme flexionando las
piernas y el tronco.
Automáticamente
salí de la habitación sin comprender lo que me había ocurrido, hasta llegar al
salón donde se encontraba mi madre y hermana, está última me dijo si ya me
encontré con el Duende, explicándome que en casa se instaló un espíritu burlón,
llamado así porque no tiene conciencia y no sabe diferenciar el bien del mal.
Yo estaba alucinando en colore, el único internet que se conocía eran las revistas de parapsicologías del Doctor Jiménez del Oso, espacio tiempo o año 0, algunas las compraba para buscar alguna explicación a lo que me estaba sucediendo.
Ya
no recuerdo cómo entro este fantasma si le puede llamar así y por qué eligió
nuestra casa, pero un par de semana después mi hermana nos reunió a toda la
familia junto con dos mujeres cubanas que sabían cómo hacer que este espíritu
se marchara de nuestro hogar, el ritual se llevó acabó y parece ser que ya no
nos pasó nada más a la familia, eso quiero creer.
En
los años 1989/90, abandone el domicilio familiar, en mi nueva casa, detrás de
la puerta colgué una cruz de Caravaca de un material parecido a la baquelita con tres lazos de colores y bendecida, que nos la regalo mi madre.
Meses
después al entrar en de la casa me encontré en el suelo media cruz. Se había roto
en dos partes, achacamos algún golpe que recibiría al abrir la puerta, ahora creo que no fue tan
casual la coincidencia.
Me sobrevino algo la otra noche, en décima de segundo que
no pude retener en mi memoria, más un trocito de una agradable esencia olorosa en la habitación dejando una
estela de una fragancia absorbente de aroma, que pude apreciar en décima de
segundo antes de desaparecer, muy parecido al olor ente jazmín y dama de noche.
Pasaron
los años entre, 1997/2000, cuando ocurre otro desagradable trastorno del sueño
fue tan real lo sucedido, que hoy en día lo recuerdo y que el sábado nueve de
enero viendoen la tele la última saga del Hobbit en la televisión, me traslado a esa
noche, viendo casi al mismo Dragón o ser demoníaco que me recordó a la
desagradable experiencia.
Era
verano estábamos en la casa de un familiar, en el pueblo, llegó la hora de
acostarnos, durante la madrugada me desperté comprobando que mi cuerpo estaba
paralizado, no podía mover musculo, vi a un ser con panza gorda escamada y con
la cabeza de un dinosaurio, estaba sentado sobre un trono o en alto, se me hizo
familiar al maligno Dragón de la película. Por derecha, corria un canal un líquido como dorado. Por la superficie acercaba una barca con una
persona de pie y otras dos sentada remando, que no supe distinguir, pasando a
escaso metro de la bestia, ante de alcanzarla el hombre que estaba de pie, se
echó una especie de manta trasparente, e invisible, cubriendo totalmente la
barca y resistente al fuego que salían de los agujeros de la nariz del
monstruo, y pude comprender que el animal era yo, gracia a los comentarios que
escuche al hombre dirigiéndose a los dos barqueros “dejemos que se lo crea, que
es el “. Después de un fuerte grito, pude despertarme.
Años
después cuando vimos la película de Harry Potter en el cine, me recordo al sueño años después, cuando los magos se echan un capote que los hacían invisible ante
cualquier ojo. Me desperté con un gran grito, que se tuvo que escuchar por todo
el pueblo, ya que mi cuñado a la mañana siguiente pregunto al día siguiente que me ocurrió, despertando a
todos los durmientes.
Pero
era tan real, estaba paralizado y yo llamaba a mi mujer, pero el sonido que
salía de mi garganta se convertía en bufidos de un ser terrorífico.
Otra
vez en el dormitorio de casa, me ocurrió lo mismo parálisis total sin poder
articular músculo y esta vez vi como una alta sombra tapada por una especie de
hábito con capucha, se dirigía hacia mí, con las manos si se pueden llamar así,
con la intención de estrangularme, al apoyar su rodilla en el colchón, sentí el
hundimiento del mismo, en ese momento pude emitir un grito, desapareciendo o esfumándose la figura.
En
los años 2013 me pasó algo muy curioso que investigando hoy en día en consultar
a Google, gracias al libro que leí el 27/8/2021 con el título Sexo en el Convento como fenómeno “ subida del muerto” hace referencia a “ súcubo” o
“incubus” según la mitología medieval estos demonio toman forma de mujer con la
intención de tener sexo con la persona sometida a este trance.
Como
me ocurrió en esos días, cuando me encontré paralizado esa noche me desperté,
encima de mi estaba gimiendo de placer por penetración, una mujer al gira
su cabeza hacia mí, reconocí a una
excompañera de trabajo natural de Brasil.
Me
hizo eyacular dentro de su ser, y acto
seguido como si fuese un globo al soltarlo y perder el aire, se iba chocando
contra paredes de un lado al otro, cuando y riéndose, llegó al salón, se chocó
con el bodegón que se cayó al suelo
después perderse atravesando la pared.
Mi
mujer se despertó preguntando que era ese golpe, yo me levanté a colocarlo y
cambiarme de pijama pues estaba manchado de la eyaculación sobrante.
No
se lo conté, porque no sabía si lo creía o no y por no tener bronca a este
comportamiento.
Días
después ocurrió lo mismo pero esta vez con otra mujer o algo creo, el lugar el
asiento de un coche descapotable estaba sentada sobre mí regazo, la penetración fue anal, cuando “ súcubo” se
giró la cabeza para mirarme reconocí a otra excompañera, la llamaré Marta con
resultados ficticio.
Esta
vez también manche el pijama, tampoco se lo conté a nadie, pensé que estas dos
personas hubiesen tomado alguna sustancias alucinógenas que produjera este tipo
de encuentros.
Ya
que cuando estaba en la empresa me advirtieron que tuviera mucho cuidado con
estas dos personas y una tercera, o quizás algún tipo de rituales invocando a
Dios saber, como se produce en la magia negra, en literatura y en el cine
estamos acostumbrados ver.
En
mi caso si soy creyente de estas forma de vida, que hace daño al que la padece
achacando a una posible lesión de la mente.
Pero
no encuentro cura a esto, y no creo que el resultado positivo sea acudir a un
psiquiatra o Psicológico. Aunque en la
medida sea una buena idea, yo estoy recibiendo ayuda, no de este tipo si no por
la posible lesión de ansiedad que me produzco en el anterior trabajo, regentado
por esta tres mujeres.
Otra
vez vi una sombra que iba corriendo desde la puerta hacia la terraza de la
habitación, intenté llamar a mi hijo a voces para detener al posible ladrón que
se había colado en nuestro hogar atreves del balcón abierto, pero mi garganta
salía bufidos sin ningún orden, tampoco me respondía mi cuerpo, me desperté con
el zarandeo de mi mujer.
Le
esplique lo que creía que era, pero al final dije que fue una pesadilla tan
real que a la mañana del sábado de 2014, mi hijo vino al dormitorio para
decirnos lo que me estaba pasando, él
también lo ocurre y el fenómeno se llama “Parálisis del sueño”.
Al momento cogimos ambos teléfonos móviles de la mesilla de noche y tecleamos en Google
Parálisis del sueño, y nos llevó al YouTube.
Parece
ser que un hombre le ocurría este tipo de cosas, a no tener
explicación decidió montar unas cámaras de videos en su habitación para
grabarse mientras dormía.
El
resultado era lo que a mí me ocurría una sombra con forma humana recorriendo la
habitación a merced del durmiente al no poder despertarse.
Como
soy escuchante de onda Madrid, un día
llamé a la emisora me atendió una periodista, le expliqué cómo pude toda esta
patología y enfermedades de la “Parálisis del Sueño” me respondió que lo
consultaría con la presentadora, y así fue
el 24/11/2015 de la 10 a 11, hablaron de ella, con varios expertos en
medicina. Me quede tranquilo saber lo que me estaba ocurriendo, parece ser que
cientos de personas la padecen y lo peor es que pasan miedo cuando les está
ocurriendo la parálisis pero nadie habla de esto, recuerdo a un compañero que
me dijo que me dejara llevar, que lo que me estaba ocurriendo era un proyección
del cuerpo Astral.
A él
le pasaba mucho pero no contaba nada, más que lo que él quería que sepamos,
tampoco era una persona muy creíble.
Esto
me lleva a una conclusión que hay presencias malignas son siempre las que ganan a las presencias benignas.
Llevándome
a la noche del día 10 de enero 2022 la
madrugada del 11 de enero, escuche un sonido o ruido muy débil al oído por su
lejanía, puse atención pues el sonido me era familiar pero no sé cómo
describirlo, una especie de tambor, campana que cada vez era más fuerte por su
aproximación, cuando llegó al dormitorio se paró, enfrente de mi, pero yo sabía que la presencia
que lo provocaba estaba a escasos metros de mi cara, no pude ver de quién se
trataba, al intentar moverme me di cuenta que era imposible, mis músculos no me
obedecía intenté articular palabra, pero tampoco salía más que gruñidos,
desapareció el espectro cuando mi mujer me zarandeo, todo volvió a su tiempo.
Al
sonar el despertar de a la, 6’45, me voy a la cocina, enciendo la placa inducción,
realizando con el dedo tres posiciones con su respectivo pitido.
La enciendo
pulsando el dedo, silbido, señaló el calentador correspondiente a la llamada
luego señaló la temperatura al nueve, y pitido, me doy la vuelta abrí el armario para
coger las galletas y escucho a mi
espalda el pitido de apagado.
Me
doy la vuelta vuelvo a repetir la misma operación y espero unos minutos a que
suba el café de la cafetera apagó la placa con el correspondiente pitido. Salgo
para ir al baño.
Cuando
vuelvo la placa está encendida el café está
hirviendo y salpicando los azulejos de la cocina y Manchando el fogón,
se encendió sola y no se escuchó pitido alguno.
Estamos
en el 11 de enero, presiento que ante de acabar el día espero otra jugarreta,
no me equivoqué a las cinco subo a mi lugar de trabajo y me encuentro reventado
el resbalón de la puerta de entrada de la finca donde trabajo.
Menos
mal que vino el cerrajero cambiando la cerradura poniendo rostro de no explicarse
la rotura, de que hubiese sido un buen
golpe que recibió adrede o degaste del muelle.
Algunas
veces me pregunto a quién o quienes en
la otra vida o en esta, les hice mal, para que se me tuerza casi todo en esta otra.
Pienso
muchas veces en Terminator, recorriendo los mundos en que yo nazca, para que me
sigan puteando.
Todo empezó este miércoles día 12 de enero, cuando Álvaro Martín, comento en antena el misterioso protagonista del libro y película del exorcista, y me animo a escribir mis vivencias, solo pido a Dios, que sea mi última parálisis del sueño.
Enrique Manuel Hidalgo para el País de la Piel de Toro