Madrid 22/12/2022
Después de un año en paro, me salió un trabajo en una empresa de conserjería, me incorporé ese mismo día y me mandaron a una finca urbana cercana. Las primeras navidades numerosos vecinos me dejaban regalos, como agradecimiento a sus necesidades comunitarias. Uno de ellos me regaló un décimo, me gustó mucho este detalle, di por hecho que era bueno y no lo comprobé la fecha y lo guardé. El día 22/12, me di cuenta que estaba caducado, me dolió mucho como este caballero juntos con sus amigos se pusieron de acuerdo en regalar décimos de sorteos pasados a sus empleados, el experimento fue servido hacia los más humildes. Nadie protestó.
Enrique Manuel Hidalgo para El País del Toro.
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