El País de la Piel de Toro
Hasta el pasado 19 septiembre de 2007, fuimos a Belén, una tarde, de un día claro con cielo azul, temperatura buena, si brisa alguna. pedimos un gran milagro, como siempre lo pedido, salud para mis seres queridos.
Yo soy un paleto, afortunadamente.
porque cada paleto, lleva dentro de sí
un Filósofo. (Gila)
Madrid- 19 de Marzo -2008
Estimados amigos:
Me dirijo a ustedes, para desarrollar este pequeño relato, homenaje a unas personas que siendo niños, los encomendaron, una dura y difícil tarea. Como el trabajar duro sin ninguna recompensa. Privándolos a estos, adolescentes sin ninguno juegos algunos acorde a su temprana edad. Muchos de los juegos infantiles.
Que desgraciado, asqueroso y vil conflicto, entre padres e hijos, paisanos, hermanos contra hermanos de sangre, y destrucción total de juventud que, arrebataron su su cualquier oportunidad para su futuro.
Una de esas fotografía, se realizó en el pasado siglo XX, en los principios años ochentas, maravillosos por la cantidad de reconciliaciones, de unos y de otros, maneras de pensar y actuar.
Días calurosos del año, lugar de los que se tuvieron que marchar fuera de su tierra, a la fuerza, por la hostilidad de la misma vida.
Esas fechas, de crisis unos tuvieron que emigrar y otros aguantaron, el desempleo quedándose en su Pueblo. Reuniéndose en las fresca praderas, a la sombras de los agradables ancianos árboles .
Recuerdo hoy, como uno de ellos, Ángel, me pidió que los hiciera un retrato, en ese mismo lugar preferidos por estos niños ya en tercera edad, a la sombra de este impresionante olmo , resguardado por los contrafuertes de la ermita.
Como si quisiera tomar nota el Olmo de sus cómplices tertulias matinales como tardías, en anteriores años.
Recordándoles, a ellos, que en realidad aman la vida. Son aquellos que están envejeciendo, es vencer porque saben perdonar, por lo tanto es vencer dos veces.
Esta fotografía, la tuve décadas guardadas, sin que fuera q compartirla como si fuera codicioso secreto.
La despedida |
Hasta el pasado 19 septiembre de 2007, fuimos a Belén, una tarde, de un día claro con cielo azul, temperatura buena, si brisa alguna. pedimos un gran milagro, como siempre lo pedido, salud para mis seres queridos.
Después, hice un pequeño recorrido, como de costumbre, por el Santo Lugar, Como cualquiera de ustedes, dejando recrear la imaginación de vez en cuando.
miraba a ese Gigante Olmo doblado, destrozado, como si fuera una frágil espiga de trigo, pasada por el trillo, estuve contemplando un buen rato su mortal caída. Como si él, quisiera transmitir su despedida de este Mundo.
Recuerdo, ese año en el mes de agosto, con un mal tiempo que azotaba la mayor parte de la península, fuera el causante del derribo, minutos después, el Encargado del Santo Lugar, nos comentó: fue dos días atrás sin , viento y día calmado.
En ese momento un pequeño escalofrío recorrió mi cuerpo, intuyendo, una manera de decirme a Dios, él ya no quería Ser más cómplices de tertulias.
Nota:
la Fotografía que se comenta al principio de la página, concretamente, de las de Grupo de amigos, bajo la sombra de este mortal Árbol, se encuentra en poder de la Universidad Popular desde la Fecha de esta carta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
dejen cualquier comentario. les responderé en cuanto me sea posible, gracias.