Madrid 19 / 9 / 2021
El dichoso Coleo, 684
palabras
Cristina
me invito a pasar a su casa, quería dejarme el encargo de regar sus plantas, en
estos días que ella se iba de vacaciones. Por no tener esa responsabilidad de dejarme
las llave de su casa.
Llegue
a un acuerdo con ella, me dejarías sus vegetales un día antes de su marcha en el
patio comunitario, todas las macetas de las flores a regar.
Así
de esta manera, me sería más fácil, y más cómodo el cuidado, al tener que entrar diariamente a los impluvios
de la comunidad. Y mantener los tiestos bien surtidos de agua, hasta su
regreso.
Sin tener
que entrar en las vivienda de Cristina, cada dos días, con el agravante de que
se me quedara las llaves puesta en la cerradura, como me ocurrió unos años atrás,
en otra comunidad de vecino.
Al morador
le gustó la idea que la propuse, quedándose
zanjado el encargo cerrado por ambas parte, a exención de una pequeña
jardinera, que en ella, se encontraba un Coleus.
Quien me dijo que se lo regalo una amiga y una
vecina la dijo que atraía la mala suerte
aquellos que tuvieran esta planta y no la importaba que se muriese.
¡Supersticiones!
Argumente, ya le echare yo agua de vez en cuando, me la llevare al hall, para
tener mejor facilidad, puedes llévatela a
donde quieras me respondió Cristina, porque yo no la quiero, continuo alegando.
Llegue
a casa por terminar mi jornada laboral, no dejaba de darle vueltas a ese asunto
de la mala suerte, y me preguntaba y ¿si es si, que atrae la mala suerte la
dichosa planta?
Recuerdo
que siendo un niño de unos siete años, mi tía la del pueblo en el corral las tenía
las planta muy hermosa, y mi madre la comentaba algo que me quede con la mala
suerte, quien las tuviese.
A la
mañana siguiente sábado, abrí el correo electrónico desde mi ordenador y rédate
un comunicado para la Radio de Buenos días Madrid, para el espacio con “buena planta” de Pedro Martín.
Unos
minutos como cada marte, el experto en botánica contesta en antena los mensajes
que le llegaron la semana pasada, respondiendo a los escuchantes los consejos y
cuidados, que quieren saber en cuestión de jardines, plastas, flores y árboles.
Mi correo
lo leyó la locutora el marte día 13 de Julio de 2021, una jornada apropiada con
las supersticiones, que acarrea esta fecha.
El técnico
respondido y tranquilizo por medio de las ondas, siguió diciendo que era la
primera vez que escuchaba esta creencia hechicera, y que sería un crimen negar
a un ser vivo el agua.
Me quede
más tranquilo y seguí abasteciendo a la planta de linfa,
y el sábado 17 de agosto, puse un nuevo correo electrónico al programa,
allegando la mala suerte que el cóleo
me trasmitió.
El día
anterior se nos averió la caldera, el daño
de la rotura ascendía a trecientos euros, indicándole también en el
texto, que igual que hay personas que
son gafe, y que atraen y embrujan
arrebatan tu buena suerte.
¿Por
qué, no se pueden dar en las plantas o en objetos este maleficio, de la mala
suerte? El marte 20/7/21 puse más atención a la radio teléfono, por si hubiese
una repuesta, pero no leyeron el despacho.
Días
más tarde me fui de vacacione, volviendo el 16 de agosto, al incorporarme a mi
puesto, salí a los patios para revisarlos y el cóleo ya no estaba, donde lo deje semanas
anteriores. No sé lo que le pudo pasar y
su destino, lo más probable que se secara, con los últimos días de calores
infernales que nos azotaba temperaturas demasiada altas a toda España, el
cambio climático esta para quedarse, alcanzado temperaturas de más de cuarenta
grados a la sombra.
Me dijeron:
que esa anterior semana, en Madrid era insoportable, días después pregunte el
paradero del cóleo a Cristina, y me dijo que le gusto a un vecino y se lo llevo
a su casa.
Enrique
Manuel Hidalgo para El país de la Piel de Toro
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