El suicidio
El día se presentaba gris y frio, unas de esas jornadas,
que más vales quedarte en casa,
intuyes que las Moiras, están otra vez jugando con los hilos del destino.
Té preguntas: ¿a quien cortara hoy la cuerda las dichosas Parcas?. Son más de las nueve de la
mañana de este jueves tres de diciembre, la luna esta alta, demasiada, para
esconderse del Ojo del visitante.
El recorrido me lleva por la senda del asfalto, al margen
del nuevo parque infantil, la acera me acerca a la tienda de Charo.
Un establecimiento
de ultramarino del barrio, regentado por un matrimonio de edad mediana,
que lleva más de veinte días con los cierres metálicos bajados, cantidad de notas en su puerta, avisan de algo no muy aragüeños, ellos se
contagiaron del Covid19, no saben cómo fue, seguro que despachando alguna barra
de Pan o cualquier producto de primera y segunda necesidad
Otros dicen que fue en la residencia de la tercera edad,
donde estaba interna la madre del dependiente. El sol salió unas pocas horas, adueñándose
de las tinieblas de las vísperas, las sombras no tardaron en salir de la oscura noche de
otoño.
El satélite no hizo amago de salir. La claridad de la
Luna nos limita con sus borde esférico, un rotundo claro nocturno, aun así, la
oscuridad me dejo ver con precisión los destellos y el resplandor de los coches
se servicios de emergencia, que atronaban
una y cien veces más, el sonido de sus sirenas.
Como subía por la calle hacia la boca del metro, los
destellos de las luces de colores rojas
y azules, de los coches de policías, bomberos y ambulancia, reflejaban el
relámpago de su luminosidad, en los edificios altos de los alrededores, de la
ancha avenida.
Dando un toque especial a los juegos de luces de la
terraza y ventanas, en las cercanas fiestas navideñas, impregnado los
diferentes colores.
Al día siguiente me encontré con Luisa, en el parque
paseando a su can y preguntando, ¿si me entere de lo que paso la anterior
noche, entre las ocho y nueve de la noche, en el bloque continuo al nuestro?.
Se presentaron muchos coches de emergencias, bombero
ambulancia y cuatro coches de la policía, más dos samur, tuvieron reanimando en el suelo
a un caballero, en presencia de su familia, continuo ella.
No, respondí, pero cuando me marchaba a casa, escuche el
ulular de las sirenas de los coches, bueno en el momento que vea al portero, le preguntare, me
enterare, respondí, a parte le pregunte por los dueños de la tienda de Charo,
me dijo: que el marido está en la Uci, y en las últimas.
A los treinta minutos tanto ella como yo, sabíamos el
trágico suceso, un caballero se suicidio tirándose por la ventana del décimo
piso, le fue frenado las ramas de los árboles, por eso la insistencia de los
facultativos, en recuperar cualquier resquicio de vida en la mortal caída, pero falleció, pocos minutos después.
En casa, lo comente a la familia, lo ocurrido el jueves.
Mi hijo me respondió que también encontraron al dueño de un restaurante dentro de su local,
con síntomas de haberse inmolado, se provocó el daño el mismo los daños mortales.
A partir de ahora se harán perjuicios más personas, por esta
crisis de la pandemia del Coronavirus, a no poder afrontar las personas el desembolso en el subsistir día a día en está dificulta y peligrosa ruina, con el
resultado de los despidos y su total destrucción de empresas, cuando empiecen a
cerrar sus puertas.
Como consecuencia del padecimiento y trastorno de esta epidemia, las enfermedades mentales se han disparado en los centros de salud, que nos afectan tanto a
nuestra a nuestra salubridad y riquezas económicas. El bienestar no entiende otra manera, que
la supervivencia esta en juego.
Conforme voy narrando este opúsculo, mi memoria evoca a los años ochenta del pasado siglo,
cuando cayó en mis manos por casualidad un libro, un cuento de extraterrestre,
creo recordar el título “Amí el niño de las Estrellas”
El protagonista era un niño de nueve año, que le visita un extraterrestre
y le lleva por diferentes mundo, en su nave espacial aparte de la conversación del niño inocente, mantiene con un adulto a pesar que el marciano parece un
zagal de su misma edad.
Afirmándole que nuestro planeta se veri en una crisis
mundial que afectaría a la economía y cientos de personas se inmolaran, si no
cambiamos, la manera de pensar y actuar, (¿será a esta, del covi19?, la que se hace
mención en su relato)
Según el niño espacial, las personas que se suicidan,
estas almas que fueron sacrificadas ante esta depresiones, tendrían una segunda
oportunidad, naciendo en otro mundo y en la misma época a la que se inmolaron, viviendo una y otra vez su nefasta experiencia hasta
que sus sentimientos del ser aprenda a resolver su problema anterior. Sucesivamente hasta que su espíritu por fin se dé cuenta de su fatal error, es el
testimonio de “ Ami, el niño de las estrella.
No sé si será verdad, pero me da mucha impotencia y gran
pena, el que una persona ponga fin a su
vida, sin hacer mal a nadie. No tengo medio para abortar sus ideas parricidas o convencerle de su equivocación.
Pero estaría dispuesto ayudarla en la buena mente con este escrito ¿si alguien con estos pensamientos lo leyera?, que pida ayuda
a cualquiera hasta que alguien le pueda socorrer. esta sociedad es mas humana de las de aquellas anteriores.
Solo el Amor lo puede todo, los dirigentes de los
gobiernos lo tenían que proponer en sus propuestas de leyes, y ponerla como
asignatura en las escuelas.
También Jesús de Nazaret lo divulgo y lo enseño a sus
semejantes. “Amaos los unos a los otros”, solamente poniendo estos versos en
prácticas, nos ira mejor tanto a las personas de carácter fuertes como las
débiles, como yo
Enrique Manuel Hidalgo para El País de la Piel de Toro
No hay comentarios:
Publicar un comentario
dejen cualquier comentario. les responderé en cuanto me sea posible, gracias.